“En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos: Miren que los envío como ovejas en medio de lobos: sean, pues, precavidos como la serpiente, pero sencillos como la paloma” (Mt 10, 16).
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Mis hermanos y mis hermanas, “ovejas, lobos, serpientes y palomas” en un único versículo. Jesús clasifica en cuatro tipos de animales para hacernos comprender nuestra verdadera dimensión, nuestra forma de vivir en este mundo.
Según nuestra sensibilidad colectiva, hablaríamos que los buenos son las ovejas y las palomas, y los malos son los lobos y las serpientes. Eso ya esta en nuestro colectivo, en nuestro consciente colectivo. Pero Jesús, para hablar sobre nuestra relación con el mundo, habla de la posición de una oveja en el medio de lobos.
Porque cuando pensamos en una oveja en el medio de lobos, Jesús esta diciendo del lugar donde nosotros estamos, para hablar de nuestra posición sobre el mundo. Ahora, para decirnos como nosotros debemos estar en el mundo, Él habla que dentro de nosotros debe existir serpiente y paloma – la astucia y la sencillez – al mismo tiempo.
Sencillos como las palamos, pero también astutos como las serpientes para saber vivir en este mundo
Jesús no quiere que nosotros seamos ingenuos en el mundo, pero que seamos hombres y mujeres que saben tener los ojos muy abiertos, que sean inteligentes, que tengan la capacidad de dialogo, que tengan un discernimiento apurado.
Jesús actuó de esta forma por muchas veces, basta observar algunos relatos del Evangelio. Cuando querían aclamar a Él como Rey, Jesús salía por las ramas; cuando querían ofender a Él, desaparecía del medio de ellos; cuando ponían preguntas malintencionadas, con bromas – vamos decir así – para coger con alguna blasfemia, Él con sabiduria tenía el apoyo en la Palabra de Dios. ¡Entonces, es necesario saber vivir en este mundo!
Mucho cuidado, porque no podemos confíar en cualquier persona, no podemos ir dividiendo nuestra vida, nuestra intimidad y nuestros secretos con cualquier persona en cualquier momento. Y eso nos pide una atención, una postura de mucha atención.
La otra postura que aparece aquí es de la paloma, que es la de la sencillez. Ser una persona descomplicada en la vida, persona que saber elegir el esencial de todo, que no tiene, realmente, complicaciones para vivir, que no queda creando discusiones tontas, sin necesidad. Sencillo como las palomas, pero también astuto como la serpientes para saber vivir en este mundo, que es un mundo cruel, que son las ovejas en el medio de lobo.
Debemos entender que estamos en un mundo que, en muchos momentos, no manifiesta la fe en Jesucristo.
Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!