22 Apr 2022

¿Cuando las cosas no están bien, Jesús esta a mi lado?

“Después de esto, Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así: estaban junto Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar». Ellos le respondieron: «Vamos también nosotros». Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada. Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era él. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo para comer?». Ellos respondieron: «No». el les dijo: «Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán». Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla” (Jn 21, 1-6).

Miren, es más un relato de una pesca milagrosa y, ahora, ya en el final del evangelio de San Juan. Te recuerdas que, en el comienzo del Evangelio de San Juan, también existia un poco de frustración por aquella pesca que no tuvo éxito, pero, ahora, de nuevo, el Resucitado esta en medio de sus discípulos.

Y Jesús nos busca justamente cuando las cosas están mal. Gracioso que Jesús tiene este habito de buscarnos cuando las cosas no están bien, porque Él sabe que son en estos momentos de probación, de caída, de tristeza que nosotros más necesitamos de Él. Y como Él es fiel, Él no nos abandona. Él esta justamente en estos momentos; nos busca en estos momentos de quiebra, de desilusión y frustración.

Jesús tiene una palabra de esperanza para nosotros

Solo quien te ama de verdad no tiene miedo de estar cerca de ti, incluso cuando no conviene, pues un amor de verdad es así. Y ese es el amor con el cual Jesús nos ama. Y esta es el amor del Resucitado: cuando las cosas no van bien, Jesús esta cerca de nosotros.

Ahora, en un momento de crisis, ¿cuál es la salida para todos nosotros? ¿Cuál es el llamamiento que la Palabra de Dios hace a todos nosotros, en el momento de crisis? La obediencia. Porque los discípulos escucharan la voz de Jesús y obedecerán al comando de Él para lanzar a las redes. Y mira que Jesús no era especialista en pesca, Él era hijo de carpintero, no comprendía mucho la pesca, pero los discípulos comprenden que el maestro tenía una palabra de esperanza. Es necesario saber escuchar la voz que me ha dicho: “¡Intenta de nuevo, más una vez, coraje! Va funcionar”, esta voz que resuena en nuestro corazón es de Jesús.

Interesante que el Evangelio nos habla que: mientras los discípulos estaban allá, en el mar, ¿dónde Jesús estaba? Él estaba a la orilla del mar. Obedece quien tiene los píes seguro en la tierra, obedecer mientras nosotros tenemos un apoyo, una referencia?: alguien que tiene una palabra más objetiva que la mia, porque yo puedo, en el momento de crisis, estar tomado por el miedo, por la decepción, por la frustración, por la rabia, por una herida, entonces, en aquel momento, yo no puedo guiarme por mi mismo, yo necesito confiar en la palabra del otro. Y los discípulos confían en la palabra de Jesús, que esta a la orilla, con los pies en la tierra, es decir, Cristo esta en la voluntad de Dios; Él tenía una palabra de esperanza para sus discípulos, y ellos necesitaran confiar en esta.

Y es así en nuestra vida: cuando alguien, que esta de fuera de una situación, nos da un consejo, un consejo evangelico, un consejo consistente, es el momento también de nosotros, en nuestro corazón, obedecer la voz de esta persona que, muchas veces, es la voz de Dios para nosotros. Entonces, hoy, que el Resucitado pueda traer esta palabra de esperanza; y que mi corazón y el tuyo obedezca a la voz del Señor.

Sobre todos vosotros, la bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!

 

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