02 Feb 2020

Nosotros somos consagrados a Dios

“Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor” (Lc 2, 22)

Estamos celebrando Jesús, que fue presentado en el templo. ¿Y por que Jesús fue presentado en el templo? Primero, porque la Ley de Moisés ordenaba justamente eso, que el niño fuera presentada, que todo primogénito del sexo masculino fuera consagrado al Señor.

Mira, Jesús es llevado y presentado, y la presentación significa la consagración, la entrega de Jesús; y como todo primogénito hacia, Él estaba haciendo lo mismo, y Sus padres también estaban cumpliendo la Ley. Más que eso, Aquel que es el Consagrado, aquel que nos consagra esta se consagrando. Ese es la forma más sublime de consagrarse a Dios, de decir que pertenecemos a Él.

Nosotros, al participarnos de la celebraciones en la iglesia, vemos los objetos liturgicos consagrados a Dios, es decir, que pertenecen a Él, son propriedades de Él. Estos objetos no son usados para ninguna otra cosa, aun que sea para el servicio del Señor.

Jesús, una vez consagrado, es todo del Padre. Él pertenece al Reino de Dios, esta allí siendo entregue para que en Él y por Él el Reino de Dios sea anunciado, proclamado, porque Él fue sagrado, consagrado para esta misión.

Yo no soy mejor que los demás, no soy mejor que nadie, pero en mí hay una consagración

Nosotros somos consagrados a Dios. Cuando eramos aún niños, fuimos también llevado a la pila bautismal. ¡Y que belleza! ¡No solo el Espíritu fue derramado sobre nosotros, pero nosotros también fuimos sagrados con el aceite de la unción, también fuimos consagrados a Dios, y mientras es importante tomar consciencia de nuestra consagración, como es importante tomar consciencia de que pertenecemos a Él!

Yo necesito decir para mí mismo a cada día: yo pertenezco a Dios, yo soy de Él, yo no soy mejor que los demás, yo no soy mejor que nadie, pero en mí hay una consagración. Desgraciadamente, hay aquellos que no asumen su bautismo, no asumen su entrega, no asumen su consagración, no asumen que pertenecen a Dios.

Los padres incluso pelean, hacen cuestión de bautizar luego sus niños, pero nuestra mayor pelea, nuestra mayor lucha es para vivir la consagración, para vivir nuestro bautismo, es para vivir nuestra entrega a Dios, es para vivir la vida del Espíritu en nosotros. Una vez que Jesús fue consagrado, mira que Él crecía fuerte y lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con Él.

La gracia de Dios también esta en nosotros. No dejemos esta gracia; al contrario, permitamos que ella crezca en nosotros, para que la llevemos donde quiere que vayamos. Que aprendamos, a cada día, a llevarnos en serio nuestra consagración, nuestra entrega a Dios.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.