“En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: «El Reino de Dios está cerca de ustedes” (Lucas 10,8-9).
Mis hermanos, hoy, comemoramos San Lucas Evangelista. San Lucas fue un médico, fue discípulo de Pedro y discípulo también de Pblo; él aprendió mucho con estos dos apóstoles.
En el comienzo del Evangelio, tu puedes acompañar, tu puedes leer, Jesús ha elegido más 72 discípulos y los ha enviado para la misión. Ha elegido 72 y los enviado donde Él mismo debía ir. Los apóstoles y aquellos discípulos fueron enviados para que fuesen presencia de Jesús. Donde Él debería estar, Él los envio.
Fuimos elegidos para llevar la cura, para llevar la salvación, para llevar el Reino de Dios
Mis hermano, la misión de Nuestro Señor Jesucristo no ha parado en Él. Él ha dado también ese encargo, esta responsabilidad a los 12, a los 72, a más 100, a más 300; a mí y a ti la responsabilidad de anunciar la buena nueva, de llevar la buena nueva. Y nosotros escuchamos el Evangelio: los dones que ellos recibieran, ellos realmente distribuyeron; curaran los enfermos y dijeran que el Reino de Dios estaba cerca.
También fuimos elegidos, también somos elegidos para llevar la cura, para llevar la salvación, para llevar el Reino de Dios.
El evangelista San Lucas hizo muy bien eso. Él era médico de los cuerpos, pero se convirtio un médico de almas. Él se convirtió un gran propagador de anuncio del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. El Evangelio de Él es atribuido también al Evangelio de la misericordia, donde Él cuenta las parábolas de la misericordia, de la compasión de Nuestro Señor. En varias situaciones, San Lucas destaca la compasión y la misericordia de Nuestro Señor.
Mis hermanos, hoy, conmemorando esta fiesta de San Lucas, pidamos esta gracia al Señor: “Señor, cura también mi corazón, cura también nuestro corazón. Y, Señor, también nos haga apóstoles, háganos también médicos de las almas , anunciando la salvación y llevando el Señor, que es la salvación”.
La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!
