“El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, lo vuelve a esconder; su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene y compra ese campo.” (Mateo 13,44).

Hoy, nosotros, da América Latina, estamos en fiesta, porque conmemoras Santa Rosa de Lima, una joven que se entrego a servicio a Dios, a los pobres. Rosa fue el nombre de su ama, allí, de aquella mujer indigenas que trabajaba en la casa de sus padres, que, con mucho cariño, la llamaba así, porque ha visto en ella una rosa, una delicadeza, y porque no decir, un olor de santidad. Santa Rosa de Lima puede hacer exactamente eso que nosotros escuchamos en el Evangelio: El Reino de los Cielos es como alguien que encuentra un tesoro oculto en el campo. él vende todos sus bienes para comprar aquel campo, para tener aquel tesoro. Y Santa Rosa de Lima cambio todo por causa del tesoro, el Cristo.

Interesante que el campo tuvo que venir junto, entonces ella ha adquirido el tesoro, el Cristo; y en aquel campo, había los pobres, los ancianos que eran maltratados, que era dejados de lado, los niños abandonados. Ella quedo con el Cristo, con el amor de su vida; ella cambio todo por el todo, el Cristo, el Tesoro. Y, en aquel tesoro, donde estaba aquel campo, estaban estos necesitados que ella tan bien ha visto.

Hoy, estamos en fiesta, conmemorando esta Santa que se gasto, que se entrego por amor a nuestro Señor Jesucristo. Ella entro en la orden tercera de San Domingos, Dominicana. Ella tuvo como inspiración Santa Catarina de Sena para andar también su camino de santidad. ella experimento la miseria junto con su familia, que perdió los bienes. Trabajo como domestica, trabajo en la huerta, trabajo como costurera; y cuando ella iba entregar los trabajos, ella aprovechaba para llevar la Palabra de Dios aquellos a quien ella visitaba, a quien ella entregaba sus servicios.

Rosa exhalo el perfume de Cristo para este mundo

Ella acogía los necesitados, como yo dije, los ancianos, los niños, especialmente los indigenas. Peru, Lima, aquí en America Latina, había muchos indigenas, hay muchos indígenas. Ella nació allí, en el año 1586. falleció en el año 1617. Ella siempre quiso consagrar su vida en el claustro, peor ella descubrió que el claustro de ella era el mundo, era cuidar de estos pobres, era cuidar de estos necesitados.

Era una mujer de mucho trabajo, es verdad, de un postulado increíble, pero era una mujer también de mucha oración, de mucha intimidad con Dios, y existe relatos que ella era una mujer también muy penitente. Por causa de esta vida austera, por causa de esta vida de intimidad con Dios, ella, por gracia de Dios, por supuesto, ella fue canal de muchos milagros, de muchas gracias en la vida del pueblo, y uno de ellos fue que ella impidió, por la gracia de Dios, la invasión de holandeses. Y una multitud, cuando ella falleció, participo de su entierro, y allí ya se decía una Santa, una Santa Rosa de Lima.

Mis hermanos, esta historia, y existe incluso un relato, de que, cuando estaba siendo el camino para ser, en el camino para ser sepultada, la imagen de Neustra Señora ha sonreído. Verdad o mentira, seguramente Neustra Señora ha sonreído en el cielo acogiendo aquella Rosa.

Rosa que entrego toda su vida por causa del Tesoro, y cuido muy bien del campo. Rosa que ha adquirido el Tesoro, pero presento el Tesoro para el mundo. Rosa que cambio todo por el todo. Rosa que era bella en su belleza física, aparente, pero aún más bella porque vivia la santidad. Rosa que exhalo el perfume de Cristo para este mundo. ¿Qué perfume nosotros tenemos exhalado? ¿Qué perfume tu has exhalado? ¡Que sea el perfume de la santidad!

La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!