“En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá” (Lucas 1,39).
Para que puedas reflexionar y comprender el vídeo necesitas ‘accionar el subtitulo en español’:
Ayer, escuchábamos la anunciación del Arcangel Gabriel a la Virgen María y, hoy, en la secuencia, María se pone a servicio y parte apresuradamente para una región montañosa de la Judea, la llamada Ain Karin, ciudad de la Judea, donde vivía su prima Isabel.
Mis hermanos, Ella parte “apresuradamente”, es esta palabra. Quien ama tiene prisa, quien ama corre al encuentro del necesitado, de la necesitada. María tenía todo el derecho de permanecer de proteger, tenía todo el derecho de no hacer mucho esfuerzo, pero Ella se puso a servicio, no se ahorra, Ella se dono.
Ten prisa porque Dios nos ama siempre y desea contar con nosotros para que más personas reciban Su amor
Mis hermanos, cuando Nuestro Señor viene hasta nosotros y, siendo elegidos por Él, no debemos ahorrarnos; debemos donarnos, entregarnos y, como María, tener prisa. Prisa para amar. ¿Necesita perdonar alguien? Ten prisa de perdonar, que puedas dar el paso — por supuesto —, tal vez, sea un camino largo, pero perdone, ame y sirva.
María ha partido apresuradamente; e Isabel ha sentido la presencia de Dios allí, cuando fue saludad por María. Mis hermanos, necesitamos también partir apresuradamente. ¿Cuáles son las personas que necesitan ser visitadas por Nuestro Señor? Que tu seas la visita del Señor para este hermano, para esta hermana, que tu sea la presencia de Dios. Y ten prisa de amar, de servir, de perdonar. Ten prisa porque es así que Dios actúa con nosotros, Él nos ama siempre y desea contar con nosotros para que más personas reciban Su amor y Su misericordia.
Que apresuradamente, en otras palabras, no perdamos tiempos, vamos evangelizar, vamos vivir la Palabra de Dios, vamos revelar ese Cristo para que otras personas también pueda sentir la presencia de Dios por medio de nosotros.
La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!