“Yo les aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe” (Lucas 7,9).
Mis hermanos, esta pasaje del Evangelio que he leído para ti, habla de la historia de aquel oficial romano, pagano, pero que teme a Dios y que respetaba la fe de los Judios, él incluso edifico una sinagoga para ellos.
Era un hombre que respetaba la fe de los demás, pero era un hombre que, sin embargo pagano, también creía en Dios. Es interesante que él no ha pedido para sí, él ha pedido para un funcionario suyo, para un empleado suyo.
Jesús se puso a disposición para curar su siervo, pero, en el camino, el Señor también dijo: “Mira, no molesta el maestro, basta que Él habla una palabra y yo creo que él va ser salvo”; y Jesús hizo ese elogio: “Yo declaro que ni en Israel he encontrado alguien con mucha fe”.
Mis hermanos, un pagano nos enseña a tener fe, porque él se abrió a la gracia de Dios, él se abrió a la salvación, él se abrió a Nuestro Señor Jesucrito, por eso, que Nuestro Señor ha concedido a la gracia que él había pedido.
Son tres actitudes que nosotros también debemos tener en nuestra vida y en nuestro camino: fe, caridad y humildad
Si nosotros confiamos en Dios, si nosotros confiamos en Jesús, Él nos va a dar lo que nosotros pedimos, Él nos va dar lo que nosotros necesitamos. Es interesante aún que este hombre nos enseña a tener fe, tener fe en el Señor. Ese hombre nos enseña a interceder, a tener caridad, él no ha pedido para él, él ha pedido para otro, ese hombre nos enseña la humildad, fe creyó en el Señor, ha intercedido, pidió por un otro, tuvo caridad y, después, fue humildad. “No, no moleste el Maestro, creo que se Él decir una palabra, yo voy salvo”.
Son tres actitudes que nosotros también debemos tener en nuestra vida y en nuestro camino: fe, caridad y humildad. Que el señor nos ayude a tener ese pie, en nuestra vida, en nuestro camino de fe, así, podremos ayudar los otros, pondremos también ayudarnos; y, con la gracia de Él, también llegamos al cielo.
Sí, mis hermanos, tengan fe, tengamos fe, seamos bondadoso y seamos humildes como este pagano, que tuvo gran fe en el Señor. Ten también, tengamos también gran fe en el Señor.
La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!