“Después de marchar los Magos, el Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo” (Mateus 2,13).

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Hoy, celebramos la Sagrada Familia: Jesús, María y José. La Iglesia nos presenta esta fiesta porque, de hecho, necesitamos rezar po nuestras familias que esta siendo atacadas, que esta siendo el centro de destrucción, de disputa, a veces, incluso de odio de la familia.

Y, al mirarnos para la Familia de Nazareth, contemplemos también nuestra familia. Al mirarnos para la familia de Nazareth, nosotros conseguimos verificar cuantas luchas para que ellos permanecen unidos.

Jesús, incluso niño, fue perseguido. ¿Por que? Porque Herodes quería matar a Él, y José fue avisado en sueño para huir para el Egipto. Así se cumplía también la profecía: “Del Egipto he llamado mi Hijo”.

Al mirar para la Sagrada Familia, damos cuenta allí la comunión que había entre ellos

En el Antiguo Testamento, en el Libro del Génesis, nosotros tenemos José que salvo su pueblo también porque estaba allá en el Egipto — el Egipto más una vez ha protegido Nuestro Señor. Ha protegido José del Egipto y sus hermanos, ha protegido también Jesús y la Familia de Nazareth.

Pidamos al Señor que continue a proteger nuestras familias, a cuidar de nuestras familias. Que, al mirarnos para la Sagrada Familia, hemos dado cuenta allí la comunión que había entre ellos. María no excito en compañar José que tenía un sueño.

José, profundamente manso y obediente al Padre, dijo: “Vamos huir para el Egipto”; y fueron; después, el Ángel aviso: “Mira, puede volver”, y ellos volvieron. Después, el Ángel de nuevo dijo: “Mira, puede salir porque Arquelau también quiere matar el niño, esta persiguiendo”, y así José también fue para la Galilea, fue para Nazareth, también se cumplio la profecia: “Él va ser llamado Nazareno”.

La Sagrada Familia es modelo para nosotros de unión, de unidad; la Sagrada Familia es modelo para nosotros de sintonía con Dios; de compartir y de entendimiento. José recibió la visita del Ángel que hablo que era para ir para aquí y allá, y María acogió.

Había, entonces , una comunión, por supuesto, de José con el Padre, con Dios; de María con el Padre, porque Ella también aceptó el plan de la salvación, y los dos también tenían un entendimiento. Había allí una comunión entre ellos. ¡Que bonito! ¿Será que nosotros no necesitamos vivir también en comunión dentro de nuestra familia? ¿Será que cada uno no necesita también tener comunión con Dios?

¡Que nuestras familias sean bendecidas! Y van ser bendecidas, se cultivaren la comunión con Dios y la comunión uno con los os otros. Que la Sagrada Familia de Nazareth pueda interceder por nosotros y pueda bendecir, para que vivamos la santidad en la comunión con Dios y en la comunión con los hermanos.

La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!