“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres” (Lucas 1, 26-28).
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Mis hermanos y mis hermanas, la anunciación que nosotros celebramos en el día de hoy es una fiesta muy importante, pues allí nosotros contemplamos lo que el evangelio nos habla: “El Verbo Divino se hace carne y vive entre nosotros”, esta es la anunciación. Mi hermano, mi hermana, ¿qué compuerta la anunciación del ángel a la Virgen María? Compuerta a la obediencia total de María al proyecto de salvación que Dios ofrece para la humanidad.
Una adolescente, de unos 14 años de edad, ¿cómo tendría esta comprensión y esta obediencia total a Dios, si Ella no conocía ningún hombre? ¿Cómo es que Diso realizaría en la vida de María su plan de salvación? Por la obediencia total de la Virgen María, pues Ella tuvo el coraje de decir: “Hágase en mí, de acuerdo con Tu voluntad”.
Mi hermano, mi hermana, quiero traerte algo muy importante que va agregar nuestra vida espiritual: una de las virtudes más bellas de un cristiano: ser obediente. Y la obediencia de María es la obediencia también de Jesús, pues Él es el Hombre obediente a la voluntad de Dios. Dijo Jesús: “Yo no he venido para hacer mi voluntad, pero para hacer la voluntad de Aquel que me ha enviado”.
Una de las virtudes más bellas de un cristiano: ser obediente
Pero si tu observa que: en la anunciación que nosotros escuchamos aquí, el ángel Gabriel – que aparece a una Virgen de Nazareth — , María, de inmediato, no dije para el ángel que Ella luego dijera Su sí. ¿Qué Maria hizo primero? María converso porque el ángel es el enviado de Dios, es el emisario, el portavoz de la buena noticia. Ángel Gabriel significa “buena noticia”.
Por eso, mis hermanos, mis hermanas, María comunicó con aquel enviado de Dios, es decir, Se comunico con el propio Dios, y quería comprender como todo seria eso. María es una mujer libre, pero, al mismo tiempo, una mujer obediente. La desobediencia de Eva es recuperada por la obediencia de María, la nueva Eva, que viene para traer para nosotros el Savador. ¿Y quien es el Salvador? El Emanuel, el Dios con nosotros, Aquel que se hace carne, que vive en nuestro medio, para salvarnos.
¡Mira que linda el sí de la Virgen María! El Sí para la salvación de la humanidad porque, por medio de la encarnación, tuvimos también la Pasión de Jesús, pero también tuvimos la Resurrección.
Por eso, mis hermanos, obediencia total y adhesión total al proyecto de Dios. ¿Tu has dado tu consentimiento? ¿Tu has dado tu sí como ha dado María? ¿Y si tu has sido obediente a los mandamientos de la Ley de Dios? Porque, mis hermanos, del contrario, nosotros vamos como nuestros primeros padres: caer en la desobediencia y perder el paraiso, perder la salvación, seamos como María: obediente totalmente a la voluntad de Dios.
“Hágase en mí, según Vuestra voluntad”. ¡Pidamos la bendición del Señor!
Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!
