“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas. Cuidaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas. Seréis llevados ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante las naciones»” (Mateo 10, 16-18).
Prudencia y sencillez
Hoy celebramos a San Benito Abad. Y quisiera, ante el Evangelio que acabamos de escuchar –que trata de las dificultades que enfrentan los discípulos en la misión–, decir que San Benito es un ejemplo notable de alguien que vivió esa realidad con sabiduría, valentía y santidad.
Ovejas entre lobos
En el versículo 16 dice lo siguiente: «Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos». Jesús alerta sobre el peligro de la misión, la hostilidad, la persecución y el rechazo.
San Benito vivió en un tiempo de decadencia moral y social, tras la caída del Imperio Romano; es decir, eligió el silencio del monasterio para ser luz en medio de la oscuridad. ¡Mirad qué hermoso es su testimonio! Eligió el monasterio para ser luz en medio de la oscuridad. Él vivió lo que el Evangelio nos dijo con discernimiento, con prudencia.
San Benito: luz en la oscuridad
El santo formó una comunidad centrada en Cristo y se convirtió en un guía espiritual en un tiempo turbulento. La misión de San Benito es traer la paz en el silencio, calmar los ruidos interiores para que Cristo nazca en cada corazón.
En el versículo 16 dice así: «Sed prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas». La regla de San Benito está marcada por el equilibrio, la sabiduría y la espiritualidad práctica; una síntesis viva de esta orientación de Jesús, pues supo sintetizar la sabiduría, el equilibrio y la espiritualidad en la práctica.
La sabiduría cristiana que transforma el mundo
El santo benedictino nos enseña a vivir las decisiones con prudencia y sencillez de corazón, buscando siempre la voluntad de Dios. Termino diciendo que la vida de San Benito muestra que la sabiduría cristiana no es huir del mundo, sino transformarlo con paz y disciplina.
Que el Señor nos bendiga y nos dé la gracia de vivir como San Benito, siendo luz en medio de la oscuridad.
Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!