“Sucedió que por aquellos días, César Augusto promulgó un edicto ordenando el censo de todo el mundo. Este primer censo se realizó cuando Quirino era gobernador de Siria. Todos iban a registrarse, cada uno a su propia ciudad. Por ser de la familia y linaje de David, José subió de la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, en Judea, para registrarse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras estaban en Belén, se cumplieron los días de su alumbramiento, y María dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el alojamiento” (Lucas 2,1-14).
Primer censo
Mis hermanos y hermanas, ¡estamos en este día tan especial!
Hoy es Nochebuena y celebramos la Eucaristía. Normalmente, esta misa se celebra la noche del 24, y este es el texto que acabo de leer para todos ustedes.
Bien, tenemos varios datos históricos en el Evangelio de hoy, precisamente para dar énfasis a lo que se nos narra y, sobre todo, credibilidad al evento más importante que la Tierra haya presenciado.
César Augusto, como referencia histórica y política, decretó el censo, indicando un sistema de registro de control de la población, que fue adoptado por el Imperio Romano de aquella época. Aquí en Brasil, lo llamamos IBGE – Instituto Brasileño de Geografía y Estadística. En Portugal, existe el INE – Instituto Nacional de Estadística -, si no me equivoco; luego, los portugueses que me siguen, que me corrijan.
Todos estos datos sitúan a la Sagrada Familia en un momento preciso de la historia de la humanidad: el nacimiento del niño Jesús.
Sin seguro médico, sin sala neonatal, sin la comodidad de una habitación acogedora. Los padres tienen que realizar e trabajo de parto en un espacio compartido con animales.
¡Jesús no nació en un establo, es importante explicar esto!
Siendo José su padre, natural de aquella región, seguramente habría algún pariente o conocido que acogió a la pareja. José no sería tan imprudente como para exponer a María a algún peligro.
Sucede que algunas casas de aquella época también tenían un espacio, sobre todo en la parte baja de la casa, donde estaban los animales, que era un lugar para protegerse del frío.
Estos animales se quedaban en esta parte de la casa, por eso es posible que el parto ocurriera cerca de donde estaban estos animales. Cuando el texto dice que no había lugar en la posada, el término que aparece aquí es “Katalyma”, y puede significar comedor o también alojamiento.
Por lo tanto, en resumen, el Hijo de Dios nació con toda dignidad. Simplemente no nació en un contexto de riqueza y comodidad.
Todo esto para recordarnos la pobreza evangélica, el desprendimiento, el desapego de todo en esta tierra para buscar única y exclusivamente los tesoros del cielo.
Que esta Nochebuena pueda producir en nuestro corazón, de hecho, este deseo de seguir a Jesús, de hacer la voluntad de Dios en todas las cosas.
Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!