“El Reino de Dios no viene ostensiblemente y no se podrá decir: “Está aquí” o “Está allí”. Porque el Reino de Dios está entre ustedes” (Lc 17, 20).
Comenzamos con esta afirmación de Jesús: El Reino de Dios esta en nuestro medio. Algunas personas preguntan: “¿Dónde esta Dios?”, “¿Cuando que va llegar el Reino de Dios?”, “¿Cuando que van pasar estas cosas tristes y desastrosas en el mundo en que estamos?”. Por supuesto que llegara un tiempo donde todo va ser transformado, pero no es por ese tiempo que nosotros esperamos sin primero vivir el tiempo en que estamos, en este tiempo en que estamos, Dios esta en nuestro medio.
Necesitamos reconocer, primero, porque Él vino, Él asumió nuestra naturaleza humana, se hizo carne, habito entre nosotros, vivió en nuestro medio y esta entre nosotros, y necesitamos construir Su Reino, que ocurrió cuando me convierto para Él.
El Reino de Dios ocurre cuando llevo Dios donde estoy, en lo que realizo, cuando respeto la presencia de Él
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El Reino de Dios no es una cosa ostensivo, no es espectáculo, no es mágica. El Reino de Dios es transformación, es conversión, es perdón, es amor, es misericordia, es bondad, es reconciliación. Cuando ponemos en acción el Evangelio, el Reino de Dios ocurre, él esta aquí en nuestro medio. Por más que tengamos muchas cosas malas, que tengamos muchas maldades y desastres en el mundo en que estamos, el mal nunca va ser mayor que el bien. Aún que haya muchas personas practicando el mal, haciendo el mal, el bien de Dios – porque Dios es bueno y quien realiza el bien, refleja la bondad de Él – hace el Reino de Él ocurrir.
Necesitamos promover el Reino, y más que esperar que él venga en su forma Triunfante y final (porque él va llegar en su tiempo), es necesario que, en el tiempo de ahora, vivamos la lógica, la dinámica, la transformación de que esta sociedad necesita, que es vivir el Reino de Dios en todas las situaciones.
Necesitamos del Reino de Dios en el mundo de la política, de los negocios, en el comercio, en los servicios; necesitamos del Reino de Dios en las escuelas, en las graduaciones, en nuestra casa, en nuestra familia. Y el Reino ocurre cuando llevamos el Señor donde estamos, en aquello que realizamos, cuando respetamos la presencia de Él y cuando nos convertimos.
Muchas veces, buscamos Dios en las iglesias, y Él allí esta, porque allí nosotros alimentamos, comulgamos, realizamos la comunión, celebramos la presencia de Él. Pero ese Dios no puede quedar conmigo solo en la iglesia, porque, muchas veces, ni en la iglesia vivimos comunión con Él, pero donde quiere que estes, necesitamos ser la presencia viva del Reino en nuestro medio.
¡Dios te bendiga!
