En aquel tiempo, Jesús pregunta a los discípulos: ¿Y vos, quien dices que yo soy? Simón Pedro respondió: Tú eres el Mesías, el hijo de Dios Vivo”. Jesús en respuesta le dijo. “Feliz eres tú Simón, hijo de Jonas, porque no fué un ser humano que te ha revelado esto, pero es mi papá que está en el cielo. Por eso yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra construiré mi Iglesia” (Mateo 16, 13 – 19).

Matriz,Catedral

Mys hermanos y mys hermanas, nosotros celebramos en el día de hoy, con toda la Iglesia, la Cátedra del Apóstol San Pedro.

Literalmente, La Cátedra es la silla hija del obispo puesta en la iglesia matriz de su diócesis, por eso llamada de catedral, y entonces viene el nombre. Ella constituye la autoridad del obispo, en particular de su magisterio, el conjunto de enseñanzas evangélicas que él, en cuanto sucesor de los apóstoles, es llamado a conservar y también a transmitir para la comunidad cristiana a él confiada en aquella diócesis.

Por eso yo, realmente no comprendo como algunos cristianos critican tanto la iglesia católica, acusandola de enfatizar mucho el magisterio, la tradición, ya que solo la biblia que cuenta.

Espero que estos hermanos no conmemoran el aniversario de sus iglesias, por que, si no existe una historia, si no existe una tradición, no existe nada.

La Iglesia, por lo contrario, pasa por esta realidad del magisterio y de la tradición, por esto recibimos el evangelio de forma integral.

Pero, hoy, celebramos, como lo dice, la Catedral de San Pedro y de esta sede, y Él, como pastor y maestro, obedece a su Señor y se pone como pastor de su rebaño.

Sabemos que la primera cátedra de San Pedro fue el Cenáculo, lugar donde Pedro recibió el don del Espíritu Santo y, justamente como Maria, la Madre de Jesús y los otros apóstoles, crecieron en el conocimiento de Jesús Cristo.

Después, él también pasó por una ciudad llamada Antioquia, que hoy es la actual Estambul, en la Turquía. Fué allí en aquella ciudad, donde los discípulos de Jesús fueron llamados por primera vez con el nombre de cristianos.

En esta ciudad donde fuimos bautizados con el nombre de Nuestro Señor y Maestro, Pedro asumió también su papel.

De Jerusalém en el Cenáculo, Antioquia y, de allí, la cátedra de Pedro se destacó,

deslocando-se para Roma, en un lugar que se tornó símbolo de la expresión “URBI ET ORBI”,

que quiere decir, la ciudad de Roma al mundo, o sea, la mensaje del Evangelio de Cristo que la Iglesia es depositaria, no está limitada, pero ecoa para los cuatro cantos de la tierra.

Por eso celebrar la cátedra de Pedro es decir con alegría: ¡Qué hermoso ser cristiano! ¡Qué hermoso es ser católico! ¡Qué maravilloso es profesar nuestra fé!

La Iglesia va a vivir hasta la vuelta de su Señor y Maestro.

Sobre todos vocês, descienda la bendición de Dios Todopoderoso: Padre, hijo y espíritu santo. Amen!