“Bien es cierto que Elías ha de venir para reordenar todas las cosas. Pero créanme: ya vino Elías y no lo reconocieron, sino que lo trataron como se les antojó. Y así también harán sufrir al Hijo del Hombre. Entonces los discípulos comprendieron que Jesús se refería a Juan el Bautista” (Mateus 17,11-13).
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Mis hermanos, uno de los personajes importantes que tenemos en este tiempo del Adviento es Juan Bautista, y también el profeta Isaias y la Virgen María.
¿Por que Juan Bautista tiene su importancia? Porque él preparo el camino del Señor. Juan Bautista fue elegido por Dios para ser profeta, y desempeño bien su profetismo, él señalo para Nuestro Señor Jesucristo: “El cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Juan Bautista puede decir: “Es necesario que Él crezca y yo disminuya”.
Juan Bautista fue una gran señal para su tiempo. Y, hoy, la Iglesia y cada uno de nosotros somos también llamados a ser como Juan Bautista.
Hubo allí un cuestionamiento sobre Elias, que debería venir, y Jesús declaró: “Mira, gente, Elias ya ha venido”, y como concluyo aquí el Evangelio, los discípulos han entendido que él ya ha venido mismo — Juan Bautista.
Preparemos el camino del Señor para Su venida definitiva, por medio de nuestro testimonio
No significa que Élias volvio en Juan Bautista, pero la profecía de Elias se ha dado en Juan Bautista, es de esta forma. Nuestro Señor ha venido en este mundo anunciado por Juan Bautista.
Juan Bautista fue lo que preparo el camino del Señor, fue lo que señalo para Él. Desgraciadamente, Juan fue despreciado, fue muerto, fue degollado, y Jesús dijo que eso también iba ocurrir con el Hijo del Hombre, con Él, Jesús.
Mis hermanos, Juan Bautista fue perseguido. En el Antiguo Testamento, los profetas fueran perseguidos, Jesús dijo que también sería rechazado. ¿Será que estamos esperando que nosotros también no seremos rechazados, que nosotros seremos estimados por todos? Dulce ilusión, pues nosotros también pasaremos por cruces, por dificultades, si venimos a nuestra vocación de también ser ‘Juan Bautista’ en este mundo, de anunciar el Reino, de anunciar y señalar para Cristo.
Pidamos esta gracia al Señor en este día y en este momento, la gracia de tener el coraje y la osadía de Juan Bautista, de preparar el camino del Señor porque Él viene para salvarnos.
Seamos anunciadores de la esperanza de amor de Dios, no sencillamente de los castigos, de las catástrofes. Seamos anunciadores de la buena nueva, Jesucristo, que desea la conversión y que desea la vida de los Suyos. Preparemos el camino del Señor para Su venida definitiva, por medio de nuestro testimonio y de nuestra vida.
La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!
