“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3, 16).

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Amados hermanos y hermanas, lo que nosotros acabamos de escuchar es una verdad revelada. Dios amó mucho el mundo que ha enviado su hijo para que “todo que en Élcree no perece, pero tenga la vida eterna”.

Esta revelación, mi hermano y hermana, fue lo que más de valor la humanidad tiene: la presencia del Hijo de Dios en nuestro medio. Y ese amor no encuentras en un ambiente de bar, en una casa de prostituición, en una gota, en un estadio de fútbol, en una playa … Eso tu consigues, pero es algo pasajero. No estoy disminuyendo tu tiempo ocio, pero estoy hablando que algunos lugares, es decir, todos los lugares nada va rellenar tu corazón, si no es el amor de Dios por cada uno de nosotros.

Mis hermanos, dentro de este itinerario Pascual que nosotros estamos viviendo, quiero traer para ti lo siguiente, atención: ante el amor debemos tomar una decisión – creer en Jesús o recusar a Él. Mi hermano, mi hermana, nosotros sabemos que los judios no creen en Jesús cuando Él ha venido a esta tierra, no creen en el amor de Dios. Por supuesto, Dios tiene los medios para salvar a todos, pero ellos rechazaron – “la piedra que los albañiles rechazaron, se convirtió piedra angular” – , es decir, mi hermano, si creo, acepto, si tomo la decisión de traer Jesús para dentro de mi vida, tengo la seguridad de una única cosa: la vida eterna.

Solo Jesús puede traernos la salvación. El propio evangelio nos esta diciendo: “Dios amó tanto el mundo que envio tu Hijo unigénito para que todo que en Él cree no perezca, pero tenga la vida eterna”, es decir, para tener la vida eterna es necesario creer y aceptar Jesús. Quien rechaza Jesús está rechazando la vida eterna.

Ante el amor, debemos tomar una decisión: creer en Jesús o rechazar a Él

¿Será que tu quieres pasar por esta situación de nos entrar en el Cielo porque no acepto Jesús en tu vida? Por supuesto, la experiencia de Jesús parte del corazón abierto, del corazón disponible para acoger su palabra, para acoger Su verdad, para acoger las iniciativas de Dios, porque es Dios que tomó la iniciativa de enviar su hijo para nosotros. No es nuestro merito, y sí amor de un Dios que no quiere que nadie se pierda. Dios no quiere que te pierdas, mi hermano y mi hermana, Él quiere que tu encuentres la felicidad, pero esta felicidad tiene nombre y es una persona: Jesucristo, el hijo de Dios, que ha venido a este mundo para salvar a todos nosotros.

¿Que Dios quiere espera de ti?Que tu aceptes a Él, que tu tomes la decisión de traer a Él para tu corazón y dejar a Él que te ame. Existe una música antigua: “Nadie te ama como Yo, mira para la cruz, fue por Ti, porque Te amo”, eso no es solo una musica, eso es un hecho que ocurrió en la humanidad. Él nos amó, y nos amó profundamente!

¡Que este amor llegue hasta tu corazón y sea capaz de cambiar tu vida y tu historia!

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!