“Porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía.” (Marcos 6, 20).
Mis hermanos, hoy, estamos conmemorando la memoria del martirio de San Juan Bautista. Fue un santo, y es un santo, tan importante para nosotros, que nosotros conmemoramos su nacimiento y su martirio. De hecho, Juan Bautista marcó también la historia de salvación porque él preparo el camino del Señor. ¡Y cuanto más nosotros aprendemos con San Juan Bautista!
Hoy, nosotros conmemoramos su martirio. Y el evangelio de hoy narra su martirio, narra como fue su entrega. Juan Bautista no hizo pacto con Herodes, no hizo pacto con la mentira, pero ya había hecho pacto con la verdad y, por eso, denuncio que Herodes estaba con la esposa de su hermano, y lo que no era permitido. ¡Juan bautista había pacto con la verdad! Y cuanto nosotros necesitamos, mis hermanos, también permanecer en la verdad, hacer nuestro pacto con la verdad porque, al final, la verdad liberta.
Desgraciadamente, Herodes se dejó engañar por la danza, estaba allí embriagado — y, cuando nosotros estamos fuera de nosotros, ¿que ocurre? Pecado en cima de pecado —, fue lo que ocurrió con Herodes. ¡Él llego a prometer la mitad del reino; mira solo que cosas más inadecuado! Por causa de una danza, porque estaba sin Dios, porque se había embriagado. Mis hermanos, nosotros necesitamos estar enteros en Dios para tomarnos las decisiones correctas, no nos dejar llevar por ningún vicio, como hizo, infelizmente, Herodes.
Para lograr la santidad, busquemos también la humildad y la verdad
Juan Bautista permaneció con la verdad, predicaba la verdad y no se dejo llevar por la autoridad mundana de Herodes. ¿Por que? Porque Juan Bautista había una autoridad espiritual — y tu también tiene una autoridad espiritual, quien es hijo de Dios, quien es bautizado tiene una autoridad espiritual — , por eso, él denuncio y permaneció con la verdad. Nosotros, por el bautismo, tenemos también una autoridad espiritual.
Y son muchos los Herodes que nosotros vemos por ahí y que necesitan de corrección, necesitan ser corregidos. Que yo y tu podamos ser, a ejemplo de Juan Bautista, esta luz, esta voz que alerta sobre el camino correcto, del camino, que es Jesús; de la salvación, que es Jesús. Juan Bautista un hombre integro, un hombre penitente, un hombre de la verdad, un hombre que es un ejemplo para nosotros.
Permanezcamos en la verdad, seamos íntegros; y sepamos cual es nuestro lugar. Juan bautista también sabia cual era tu lugar, no señalaba para él, señalaba para el Cristo.
Que mi vida, que tu vida, también señale para el Cristo. Juan Bautista, un hombre humilde, el hombre de la verdad, un hombre de la coherencia, que ha vivido la santidad.
Para lograr la santidad, busquemos también la humildad y la verdad.
La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!