“Ella le respondió: Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo.” (João 11,27).
Mis hermanos, hoy, conmemoramos los santos hermanos: Marta, María y Lazaro; fueron amigos del Señor. Y, aquí, nosotros tenemos la profesión de fe de Marta, delante de la muerte de su hermano Lazaro.
Es interesante ese episodio de Juan, en el capitulo 11, en que se relata a la muerte de Lazaro. A principio, Jesús no esta allí. Él fue comunicado, pero Jesús no vino luego, no fue luego hasta Betania, aún tardo. Y, en el cuarto día, Él llegó en Betania, y Jesús se emociono, porque escuchó que Lazaro había muerto. Delante de aquella noticia, Jesús dialogo con Marta, y Marta profeso la fe en la resurección.
Mis hermanos, nosotros somos llamados a vivir la santidad como Marte, como Lazaro, como María – fueron amigos de Jesús. ¿Qué eses santos nos enseñan? Fueron amigos de Jesús. Nosotros necesitamos ser amigos de Jesús.
Lo que es importante también tener en nuestra amistad con Jesús es nuestra fe
Nuestra amistad con Jesús, ¿nos va privar de tristezas? ¡No! Los amigos, aquí, estaban tristes. ¿Por que? Porque Lazaro había muerto. Pero la amistad verdadera levanta un al otro, la amistad verdadera es capaz de resucitar, dar la vida, dar esperanza.
En aquel encuentro, Marta dialogo con Jesús, ella profesó la fe en la resurección, después Jesús resucito Lazaro. Lo que es importante también tener en nuestra amistad con Jesús es nuestra fe, y nuestra fe en la resurección. Por supuesto que Lazaro después murió, Marta, María también murieron, pero la fe en la resurrección permaneció. Ellos morirán para este mundo, pero resucitaran en la gloria. ¡Es esta nuestra fe!
Aquellos que mueren en Cristo, aquellos que creen en la resurección, aquellos que viven una amistad con Dios, resucitan. ¡Es esta nuestra fe!
Que, el ejemplo de estos santos hermanos, alimentemos la amistad con Jesús, alimentemos nuestra fe en la resurrección. Que la amistad con Dios pueda, cada vez más, resucitarnos y pueda también resucitar nuestros amigos
La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!