“Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!” (Lucas 12,49-50).
Mis hermanos, en este jueves, Nuestro Señor habla sobre respeto de este fuego que Él vino lanzar en la tierra, que Él quería que estuviese encendido, que Él estaba ansioso para recibir un bautismo.
Mis hermanos, Nuestro Señor deseaba que el fuego estuviese encendido. ¿Pero que fueo es ese? El fuego del amor de Él. El fuego del amor de Cristo debería estar encendido en nuestros corazones. ¿Por que? Porque Él ya ha cumplido con su papel de pasar por la muerte y resurección; Su Pascua, Pasión, Muerte y Resurección. Él ya hizo ese camino y ya encendió la llama, el fuego que Él lanzo sobre la tierra, pero Él desearía que mucho más personas estuviesen con este fuego.
Nuestro señor dijo aquí sobre el bautismo — “¿Pero que bautismo es ese? ¿Fue el bautismo de Juan, que Juan ha concedido?” — ¡No! Fue el bautismo de Su Pasión, Muerte y Resurección; Su amor.
Que fuego de amor de Dios ha incendiado nuestro corazón, para que podamos conquistar almas para Él
Mis hermanos, el amor de Nuestro Señor Jesucristo fue derramado sobre la tierra, pero Neustro Señor desea que Su amor se extiende por el mundo.
Donde hay un cristiano debería haber allí un foco de amor de Dios para contagiar aún más personas. Nuestro Señor deseaba, desea que este fuego sea encendido, el fuego de Su amor.
Mis hermanos, el mundo aún está muy gélido. ¿Por que aún anda gélido? Porque aún no se deja contagiar, encendiar por el amor de Dios. Que yo y tu podamos contagiar este mundo con el amor de Dios, llevando la Buena Nueva, viviendo la Buena Nueva de Nuestro Señor Jesucristo.
¡Que nosotros seamos pequeños focos de incendio de amor de Dios en este mundo! Hay mucha gente aún que esta gélida, y por eso no comparte, no ama, no perdona. Solo el amor de Dios va hacer con que la persona perdona, ama y comparta. Que el fuego del amor de Dios, más una vez, he incendiado mi corazón y el tuyo, para que podamos conquistar almas para Dios, para que podamos conquistar personas que están gélidas.
Que ellas pasen a compartir, que pasen a perdonar, que pasen a amar. ¿Por que? Porque fueron conquistadas por el amor, por el fuego del amor de Dios, que llego a mó y que llego hasta ustedes. Difundimos el amor de Dios, el fuego de amor de Dios sobre la tierra.
La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!