“En aquel tiempo, Jesús recorría ciudades y pueblos enseñando y continuando el camino hacia Jerusalén. Una persona le preguntó: «Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?». Jesús le respondió: «Esfuércense por entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán»” (Lucas 13,22-30).
Para que puedas reflexionar y comprender el vídeo necesitas ‘accionar el subtitulo en español’:
Mis hermanos y hermanas, estamos retomando nuestro camino espiritual a través de las homilías y hoy, alguien de la multitud, le hace una pregunta a Jesús. Una pregunta que parece sencilla, pero son esas preguntas que sacan de Jesús esas respuestas claras y profundas que nos hacen pensar.
Le preguntan a Jesús si son pocos los que se salvan. Esta pregunta en particular sirvió y sirve para alertarnos de que Dios no puede ser visto como, por así decirlo, un bonachón que siempre perdona todo, sin ningún compromiso con el cambio de los seres humanos. Porque pareciera que hoy en día la puerta de la salvación se ha ensanchado tanto que ya no tenemos dimensión, pareciera que todo está permitido, que todas las personas se van a salvar, que todas las personas van a alcanzar misericordia, pero nunca podemos perder la dimensión de nuestro compromiso.
Por eso la respuesta de Jesús fue categórica: “Esfuércense por entrar por la puerta estrecha”. El verbo utilizado aquí es aún más agudo. Este verbo griego se utilizaba para hablar de los competidores, de aquellos competidores en los famosos juegos olímpicos, por eso el uso de este verbo aquí tiene este carácter.
Es necesario que el cristiano haga su camino de acceso, como lo llamamos a este esfuerzo diario y continuo de vivir en gracia de Dios
Es necesario que el cristiano haga su camino de acceso, como lo llamamos a este esfuerzo diario y continuo de vivir en gracia de Dios, la búsqueda de Dios, la búsqueda de los medios, la búsqueda de realizar todos los días este camino de crecimiento en la vida espiritual.
Necesitamos competir, necesitamos luchar, necesitamos esforzarnos y Jesús añadió: “todo esfuerzo posible”. Dios no nos va a pedir nada que esté más allá de nuestras capacidades. Pero todo lo que podamos hacer, debemos hacerlo. Jesús dice: ”;este esfuerzo es para que puedan entrar por la puerta estrechat”.
“Estenos”, “estenos” deriva de la palabra que tenemos en el portugués para “extenuante”, “un lugar estrecho”, “apretado”, por eso exige de nosotros una amoldación al entorno en el que debemos entrar. ¿Y cuál es ese entorno? Ese ambiente se llama Dios, ese ambiente se llama la palabra de Dios, el Evangelio. Lo que me hará entrar es parecerme a Jesucristo, el hijo único, porque cuando me presente a la puerta de Dios, Él me reconocerá por los
rasgos del Hijo que ve en mí.
Por eso debemos esforzarnos por parecernos cada día más al Hijo Jesús.
Descienda sobre todos ustedes la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
