“Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre” (Juan 6, 27).
Amados hermanos y hermanas, primera pregunta que te hago: ¿Qué has buscado cuando tu vas al encuentro de Jesús? ¿Solo ser sanado fisicamente? Solo pedir a Dios un empleo, una casa, un novio, una novia? ¿Un matrimonio? Jesús esta hablando, en este Evangelio, algo muy importante para nosotros: “Trabajad” no por el alimento que se pierde, pero por el alimento que permanece hasta la vida eterna.
¿Por que yo traje estas realidades materiales, humanas? ¡Para decirte que eso no es el más importante! Cuando nosotros vamos al encuentro de Jesús, nosotros cristianos, muchas veces, caemos en ese error de solo pedir, solo pedir cosas para Él. ¿Es um error, padre? No es un error. Pero el Evangelio de hoy esta nos diciendo: ¡eso se pierde! Eso no trae felicidad a tu corazón – incluso humanamente, trae, pero es parcial y va acabar.
¿Lo que Jesús quiere hablar para nosotros? Trabajad. ¿Cómo te esfuerzas en buscar el Reino del cielo, en buscar la vida eterna? Porque eso jamás va terminar, y, muchas veces, nosotros estamos construyendo, en este mundo, algo que va perecer. ¿O piensas que vas quedar en este mundo para siempre?
Nosotros tenemos, en este mundo, un fin, que es la muerte, pero la muerte que nos lleva para aquello que Jesús habla, para aquello que no se pierde, es decir, el Cielo. Nosotros, sin embargo, hemos puesto toda nuestra fuerza, toda nuestra comprensión, toda nuestra inteligencia en lo que se pierde, en lo que es perecible, efemero.
Trabajad no por el alimento que se pierde, pero por el alimento que permanece hasta la vida eterna
Jesús esta previniendo a mí y a ti a no buscar eso, a no poner nuestras energias, nuestras fuerzas en estas realidades, en el dinero, en el poder, en el placer. Eso va pasar. Puede percibir que, cuando nosotros vivimos momentos de alegría, tiempo de ocio, de una pasión, eso es bueno, es agradable, eso nos alegra. Pero, más allá en el fondo, eso no sacia. Lo que nosotros buscamos es Dios, y Dios es plena felicidad, y solo Él de hecho puede llenarnos.
Por eso Jesús esta diciendo: ¡Cuidado, no te esfuerces en buscar lo que el mundo te ofrece! Existe una musica del cantor Eugenio Jorge que nos habla así:”Allá esta tu tesoro, allá donde no hay llanto, donde todos viviremos juntos, donde todos vamos reir juntos. Entonces, es allí que tu necesitas buscar, y allí que esta tu tesoro”.
¡De que sirve, mi hermano, si aumentas tu cuenta cajera, pero ser acometido por una enfermedad, o consumes todo eso o tu pierdes todo! Vuelvo a decir: no tiene problema juntar dinero, no hay problema tener cosas, no hay problema esforzarte para tener un coche, pero tu corazón no puede estar en eso, porque eso va perderse.
Por eso, en este tiempo Pascual que nosotros estamos viviendo, quiero decirte, mi hermano y mi hermana, lo que Jesús nos advierte hoy en el Evangelio: ““Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna”.
La muchedumbre que nosotros escuchamos, en este Evangelio, fue atrás de Jesús porque ellos querían ser tocados, sanados, libertos. Jesús hizo todo eso, pero Él solo tenía un único objetivo: llegar el corazón de las personas. Cuando el corazón es alcanzado por la gracia, por la Palabra de Dios, nosotros no ponemos más nuestra mirada en las cosas de este mundo.
La propia Palabra de Dios nos habla: “Estamos en este mundo, pero no pertenecemos a este mundo”. Nuestro lugar es aquel que el Padre Leo dijo en su ultima predica en Canção Nova, en el Hosana Brasil: “Buscad, trabajad, para buscar las cosas del alto. Allá, mi hermano, esta vuestro Tesoro” Es allí [en el Alto] que tu debes buscar que tu debes poner todo tu corazón, en lo que no pasa, la vida eterna. Y que Dios derrame sobre ti la gracia del Espíritu Santo, para que tenga fuerza y sigue buscando lo que Dios tiene para ti.
Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!
