23 Aug 2018

Encontremos el tesoro del Reino de Dios en nuestro corazón

Es necesario que, en el encuentro personal con Dios, nuestro corazón se deje envolver y cautivar por la presencia del Señor

“El Reino de los Cielos, es como un tesoro escondido en el campo. Un hombre lo encuentra y lo mantiene escondido. Lleno de alegría, va, vende todos sus bienes y compra aquel campo” (Mateo 13,44).

Hoy celebramos la Virgen Santa Rosa de Lima, patrona de América Latina. Una joven terciaria dominicana, hija de inmigrantes españoles que, en su juventud, en una espléndida belleza, consagró toda su vida a Dios.

¿Sabes por qué Santa Rosa consagró su vida a Dios? Por la pasión que descubrió, en su corazón, por el Reino de Dios, un amor excelso por las cosas del Cielo. Rosa fue una joven que encontró ese campo, donde está el tesoro más preciado. Ella encontró el Reino de los Cielos, por eso dejó todas las demás cosas, para dedicarse, exclusivamente, a ese tesoro.

Tú necesitas descubrir cuál es el tesoro de tu vida, necesitas descubrir qué, verdaderamente, da sentido a tu vida y a tu existencia. Al descubrir ese tesoro, te vas a dedicar a él, vas a dejar que ese tesoro ilumine y conduzca todos los pasos de tu vida.

Podemos encontrarnos con Jesús, pero no es suficiente encontrarnos con Él, es necesario enamorarnos por el Señor y por Su Reino. Es preciso que, en ese encuentro persona con Dios, nuestro corazón y nuestros afectos se dejen envolver y cautivar por la presencia del Señor. Puedes ser un joven soltero, una persona casada, no importa, lo importante es que encontremos ese tesoro y en él encontremos nuestro corazón.

En ese tesoro estará nuestra motivación, nuestra razón de vivir, nuestra alegría de cada día. Pasaremos por las decepciones y por las dificultades de la vida, pero no nos postraremos, porque tenemos una razón mayor para vivir. Esa razón mayor de vivir, esa pasión de la vida no nos deja acabados, incluso frente a las decepciones que tenemos con los amores de este mundo, con las situaciones que nos decepcionan en tal o cual situación.

Nuestro mayor tesoro no es una aquella persona o aquel bien, nuestro mayor tesoro es Jesús, en Él colocamos nuestro corazón, en Él colocamos nuestra vida, nuestra razón de vivir, la razón de nuestra existencia, de lo que hacemos. Busca ese tesoro y entrega tu corazón a él, coloca en Jesús la razón de tu vida.

Rosa tenía un amor extraordinario por la Virgen María y por Jesús en la Eucaristía. Cuando descubrimos el tesoro escondido en la Eucaristía, nuestro corazón se alegra y se deja consumir por la presencia real y amorosa de Jesús en medio nuestro.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.