“De verdad, es mejor perder uno de tus miembros que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtala y échala de ti. De verdad, es mejor perder uno de tus miembros que todo tu cuerpo vaya al infierno”

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Amados hermanos y hermanas, hoy Jesús está siendo un poco duro con nosotros, pero es para que no nos perdamos. Cuando Él pide cortar, muchas personas lo toman de forma literal, pero Él no está hablando de eso, está diciendo que debemos cortar toda acción de pecado que pueda actuar en nosotros.

Por eso el ayuno es importante. Nos ayuda a refrenar todo deseo carnal que nos lleva al pecado, sin embargo, muchas veces las personas ya no hacen ayuno. ¿Por qué? Porque piensan que, cuando ayunen, pasarán hambre, tendrán dolor de cabeza, se enfermarán. Pero el objetivo del ayuno no es ese, sino darte la capacidad de cortar en ti toda raíz pecaminosa. Es sobre eso que Jesús está hablando aquí. Él se preocupa, porque sabe que estamos marcados por la debilidad del pecado original.

Una vez que fue borrado por el bautismo, queda en nosotros la inclinación al mal que se llama concupiscencia de la carne. Por eso Jesús está diciendo: “Corta. Es mejor entrar en el Reino de los Cielos con solo un miembro que tener los dos y ser echado al fuego del infierno”.

La gente perdió la conciencia del infierno. El sacerdote que habla del infierno se le critica. Existen algunos que hablan de forma negativa, no estoy hablando en ese sentido. Necesitamos predicar el cielo, predicar la vida eterna, predicar la salvación, pero no podemos olvidar que el infierno es una realidad y existe. Cristo nos está diciendo que si no estamos en una vida comprometida con Dios, con el Evangelio, de búsqueda de santidad y no nos alejamos del pecado, es decir, cortarlo, eso nos llevará lejos de Dios y Él no quiere eso.

Por eso Jesús es enfático en decir: “Corta”. Pero nosotros no queremos cortar, ¿verdad? Queremos continuar en el pecado. “Dios es misericordia. Voy a ir y confesarme”. Pero, mi hermano, mi hermana si no hay arrepentimiento en tu corazón, la confesión no valdrá.

La importancia de cortar el pecado

Por eso, sigue en una vida de santidad, sigue en una vida de entrega a Dios, en la oración, reza el Rosario, reza a través de la adoración, de los sacramentos, de la Eucaristía, porque para cortar toda ocasión de pecado solo una vida en la gracia de Dios. Fíjate lo que Jesús dice: “Si tu ojo derecho te es ocasión de pecado…” Él está hablando justamente de que todo lo que te lleva a una ocasión de pecado es para ser cortado. Pero no cortamos. ¿Sabes por qué? Porque ya no rezas, ya no ayunas, ya no te confiesas, no cortas porque ya no buscas a Jesús en la Eucaristía.

Y Él nos está alertando de que se necesita una vida de entrega total a Dios para cortar lo que es malo, porque el pecado está a nuestro alrededor las 24 horas del día, como el león que habla Pablo, para devorar, para destruir.

Cristo te está advirtiendo, porque no quiere que vayas al infierno. Él quiere que vayas al cielo, pero si no cortas, de verdad, el pecado de tu vida, corres el gran riesgo de alejarte de Él.

¿Sabes lo que enseña el Catecismo de la Iglesia Católica acerca del infierno? El infierno es la ausencia total de Dios. Este es el mayor sufrimiento para aquellos que van al infierno, la ausencia total de Dios, es nunca más poder estar cerca del Señor. ¡Que Dios nos libre de eso y nos lleve a la vida eterna!

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!