“Maestro, trabajamos la noche entera y nada pescamos. Pero, en atención a tu palabra, lançaré las redes” (Lucas 5,5)
En el evangelio de hoy, Jesús está a las márgenes del lago de genesaret, y lo que llama nuestra atención es que las multitudes apretadas y presionadas para escuchar la palabra de Dios. Aquellas multitudes apretadas, comprimidas, exprimidas, las personas entre ellos para escuchar la palabra de Dios, porque sanó, reustaró y liberó.
La palabra de Dios cura, restaura, libera y hace nuevas todas las cosas. Escucha-la, exprima su tiempo y sus ocupaciones, pero se pone en un lugar central en su vida. Escuchar la palabra es todo lo que necesitamos en esta vida, es todo lo que necesitamos en los tiempos en que vivimos.
Estamos escuchando cosas además, estamos escuchando lo que viene de aquí y de allí, estamos tomados por tantas informaciones, tantas personas que hablan de un lado a otro, y el corazón necesita centrarse en la dirección de la palabra del Señor.
Nuestros oídos necesitan abrir y dilatar para que en ella adentre la palabra, pero no basta sacar un momento apenas para reflexión del Evangelio.
De atención a la palabra de Dios y ella va hacer toda la diferencia en su vida.
Aquellas multitudes paraban para escuchar Jesús y dejaban que la palabra de Él resonance en la vida y en todo lo que irían hacer. Usted puede escuchar ahora en este momento, pero de aquí a una hora no sabe ni lo que escucho. Porque usted escuchó, pero no consumió, no tomaste posesión de la palabra de Dios. Toma la posesión de él, porque ella tiene poder de liberar, agir y hacer una obra nueva en su vida.
Muchas veces, estamos viviendo frustraciones de Simón y de los apóstoles que pasaban la noche entera pescando, y no conseguirán nada. Muchas veces, estamos trabajando, estamos destrozados por dentro y por afuera, estamos viviendo verdaderas correrías en la vida de un lado para otro, pero resulta que la vida frustra, porque no cosechamos los peces, porque no cosechamos los frutos.
Cuando Pedro les dijo: “Señor, trabajamos a la noche entera …,es como si también dijéramos: “trabajamos el dia entero, trabajamos la semana entera, trabajamos la vida entera, trabajamos el tiempo entero, pero no cosechamos nada, pero queremos dar atención a su palabra, Señor”
Cuando Pedro dio atención a la palabra del Señor, la pesca fue milagrosa, miraculosa y maravillosa: Necesito decir lo mismo de usted: De atención a la palabra de Dios y ella va hacer toda la diferencia en su vida. Es ella que va permitir a usted tener una cosecha bendecida, de usted realmente tener una vida transformada por el poder que la palabra de Dios tiene de hacer nueva todas las cosas. De atención a la palabra de Dios en su corazón.
Dios te bendiga