“Los Apóstoles dijeron al Señor: Auméntanos la fe. El respondió: Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, ella les obedecería.” (Lucas 17,5-6).
Mi hermano, mi hermana, en este domingo, en este día del Señor, en este mes, nosotros ya entramos en el mes misionero rezando por las vocaciones misioneras; y queremos pedir esta gracia a Dios: que el Señor también aumenta nuestra fe.
Los discípulos, delante de los escándalos que Nuestro Señor había mencionado en algunos versículos anteriores, ellos, entonces, pidieran al Señor: “Pero, Señor, si es tan difícil vivir la Palabra, si es tan difícil así todo lo que el Señor nos propone, aumenta nuestra fe”.
Que ese también sea mi pedido y el tuyo, delante del camino que nosotros estamos siguiendo. Solo con la fe conseguiremos corresponder a la voluntad de Dios. No es con la técnica, no simplemente con los estudios didáctico, pero por la gracia de Dios y por la fe.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña en el parágrafo 26: “La fe es una respuesta del hombre a Dios”; la fe, también enseña el Catecismo, “es una adhesión personal a Dios” (en el número 150). Solo con la fe conseguiremos avanzar, caminar, y como habla Jesús: hasta eliminar montañas.
Solo con la fe conseguiremos corresponde a la voluntad de Dios
Recibimos la fe por medio del bautismo, recibimos la fe por la Iglesia, recibimos la fe, que es don de Dios, pero ella necesita ser cultivada. ¿Cómo es que nosotros cultivamos la fe? Vida de oración. Conversa, comparte con Dios. ¿Cómo que nosotros cultivamos la fe? Practicando lo que Jesús nos enseño.
¿Qué Jesús nos enseña? El Señor nos enseña amar a Él, entonces, debo practicar el amor a Él. El Señor nos enseña que nosotros debemos amar nuestro prójimo, entonces, debemos practicar el amor a nuestro prójimo. Debemos practicar la justicia, entonces, necesitamos ejercitar la vivencia de la justicia, de dar aquel hermano, aquella hermana lo que debe a ellos.
El Señor nos invita, nos llama a vivir la misericordia, entonces, es incluso dar más apara aquella persona de lo que ella merece. Es así que nosotros debemos practicar nuestra fe. Enséñanos la Sagrada Escritura, en Hebreus 11, versículo 6: “La fe, solo por la fe, si alaba a Dios”.
Mis hermanos, pidamos, en este domingo festivo, en este mes misionero, una porción doblada de la fe, para que podamos alabar a Dios, para que podamos ayudar aún más nuestros hermanos. Porque, con mi fe y tu fe, más personas también pueden ser llamadas a la vivencia de la fe y adherir a la fe a Nuestro Señor Jesucristo, y que ellas sean salvas.
Practiquemos la fe, pidamos como los discípulos, tengamos la humildad también: “Señor, dame mas fe para seguir las dificultades, pero también para avanzar en el amor al Señor y en el amor a los hermanos”. ¡Señor, aumenta nuestra fe!
La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!