“¡Dichosos los ojos de ustedes, que ven!; ¡dichosos los oídos de ustedes, que oyen!” (Mt 13, 16)
Hoy, celebramos Sant’ Ana y San Joaquín, los abuelos de Jesús. Los abuelos de Jesús son los padres de la Virgen María, ellos era servidores del Señor, hacían parte del grupo piedad de israelitas que esperaban la venida del Señor. Ellos no pudieran contemplar, pero fue de la generación de Sant’ Ana y San Joaquín, que vino el divino Salvador, Nuestro Señor Jesucristo.
Hoy, la mirada, la mirada de la Iglesia, se vuelve para nuestros padres, para nuestros abuelos y bisabuelos, porque lo que somos hoy, debemos mucho a ellos, es gracias a ellos. Podemos mirar, en nuestra propia historia, como los nuestros lucharon, como dieran ejemplo, comodesearon formar una familia; y fue de ellos que recibimos la semilla de la Palabra, la semilla del amor a Dios, la semilla de sernos seguidores de nuestro Señor Jesucristo.
En otros tiempos, en tiempos difíciles, en tiempos donde la lucha era más brava, estaban allá nuestros abuelos. Como debemos honrar, venerar, amar y tener un cuidado muy singular por nuestros abuelos. Ellos merecen ser honrados, primero, con nuestro amor de corazón, de cuidado y respeto. ¡Como debemos respetarlo, como debemos pedir la bendición para ellos, como debemos escucharlo!
Necesitamos mirar para nuestra historia y buscar en ella la cura, la liberación, la restauración y nuestra propria salvación
Es muy importante pararnos para escuchar nuestros abuelos. Si tu tiene la gracia de aún tenerlos vivos, por favor, pare siempre para escucharlos algunos minutos, algunas horas, te vas a conocer mejor, tu vas comprender mejor tu vida, tu historia, lo que ers, lo que buscas, tus anhelos, alegrías, pero también tus decepciones, tus tristezas. Tu vas comprender mejor tu temperamento y para guiar tu vida cuando conocer tu historia.
Es importante escuchar padre y madre. ¡Y como es importante saber quien son nuestros abuelos, lo cuanto es importante mirar para la historia de ellos, como es importante comprender el contexto en que nacieron nuestros propios padres!
Hoy, es día de celebrar, alabar y bendecir a Dios. ¡Si nuestros abuelos se encuentran en la casa de Dios, alabado sea Él! Si aún están en nuestro medio, alabado sea Dios, vamos escucharlos y cuidar de ellos con todo amor, pero vamos prestar la verdadera devoción que necesitamos tener para con ello. Ellos son para nosotros el canal de la vida. La vida que tiene nuestros padres y la vida que ellos nos transmitieron vino de ellos.
¡Que bendición esta linea hereditaria que nosotros tenemos! Como necesitamos mirar para nuestra historia y buscar en ella la cura, la liberación, la restauración y nuestra propia salvación.
Bendito sea Dios por San Joaquín y Sant’ Ana, los abuelos de nuestro Señor Jesucristo. Bendito sea Dios por nuestros abuelos.
¡Dios te bendiga!