“Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú” (Lucas 14,8).

Mis hermanos, en este domingo, en este día del Señor, el Señor nos invita a reflexionar sobre lo que tenemos buscado. Jesús entró en la casa de Simón, uno de los jefes de los fariseos, y allí, estando en la casa de él, él ha visto que las autoridades buscaban el primer lugar, y Jesús oriento: “Mira, no busque el primer lugar, no busquen el primer lugar, mis discípulos, no busquen ser notados, no busquen ser vistos, pero busquen”. En otras palabras, el Señor estaba diciendo: “busquen el oculto, busquen la humildad, busquen servir, busquen el servicio”.

No busque ser notados, no busques ser aplaudidos, no busque la fama, no busque atraer personas para si mismo, que lleves personas para Dios, es esta nuestra vocación mientras siervos de Dios, mientras hijos de Dios. Quien es predicador, quien es coordinador, quien esta delante de algún ministerio, sacerdotes, obispos, todos nosotros no debemos estar en el trabajo de Dios para ser vivido, pero para servir.

Vamos buscar el primer lugar en el sentido positivo, de servir Nuestro Señor

No busque el primer lugar para sernos adulados, no, pero busquemos el primer lugar en el sentido de servir en primer lugar, de poner Dios en primer lugar. No busquemos ser servidos, pero busquemos servir. No busquemos ser amados, pero amemos. No busquemos aparecer, pero busquemos nos ocultar para que cristo aparezca.

Y que nuestro trabajo, que nuestra evangelización, que nuestro servicio sea, de hecho, por amor a Dios y para revelar Dios, no para revelar a nosotros mismos. Vamos buscar el primer lugar en el sentido positivo, de servir nuestro Señor y de revelar nuestro Señor para este mundo.

La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!