“En verdad les digo: el que es rico entrará muy difícilmente en el Reino de los Cielos. Les aseguro: es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de los cielos” (Mateo 19,23-24).
Mis hermanos, nuestro Señor nos presenta este Evangelio, donde Él habla sobre aquellos que son apegados a los bienes materiales. Por supuesto que nuestro Señor mencionando los ricos, pero no solo los ricos que son apegados a los bienes materiales tendrán dificultades o no entraran en el Reino de los Cielos, pero aquellos que son apegados a las cosas materiales. ¿Cuál es el camino que nosotros entonces debemos hacer? De sernos desapegados de los bienes materiales, de usarnos, sí, los bienes materiales como el nombre de él aún ya decía, para el bien y no para el mal.
Interesante que Nuestro Señor decía eso, no lo es? “Dificilmente un rico entrara en el reino de los Cielos”, no solo debido del dinero, pero debido de los apegos entonces; y para quedar claro, Jesús uso este tiempo: “Es más facil un camello pasar por el agujero de una aguja, que un rico entrar en el Reino de los Cielos”.
Interesante, que camello, en la mentalidad y para aquel tiempo, ¿qué equivale? Equivale una cuerda gruesa que sujetaba el barco, que amarra los barcos. ¿Qué es aguja? La aguja era una de las puertas de la muralla de Jerusalen. Entonces, la cuerda que amarra el barco consigue pasar por aquel, aquella puerta estrecha. Ya un rico, con sus bienes, con sus objetos, no consigue pasar por el agujero de aquella aguja, de aquella puerta en Jerusalén.
No podemos estar agarrados a los bienes, a las cosas, a las personas
Entonces, ¿quedo claro, no lo es? Porque Jesús usa este ejemplo. La cuerda gruesa que amarra un barco consigue pasar, pero un rico con artefacto, con sus bienes, no consigue pasar, es decir, esta cuerda gruesa que sujeta el barco, pasa. Pero el rico abastecido de cosas no pasa. Sin embargo, Jesús advierte a los ricos y advierte aquellos que son aferrados. Lo que, muchos de nosotros, pobres también tenemos que tener cuidados, sino estamos aferrados a las cosas, las manías, a los pecados. Para entrar en el Reino de los Cielos, nosotros no podemos estar aferrados a los bienes, a las cosas, a las personas.
Quien es apegados a los bienes materiales esta aferrado a los pecados. No pasara por la puerta estrecha de la salvación. Para entrar por la puerta estrecha es necesario estar desapegado, es necesario estar libre. Y Nuestro Señor desea que nosotros seamos libres. Por eso hagamos un examen de consciencia, en este día, y pidamos esta gracia al Señor.
Para pasarnos por la puerta de la Salvación, necesitamos dejar los bienes materiales, de los apegos, y apegarnos unicamente a Dios. que nosotros seamos cada vez más libres de las cosas de este mundo y apegados unicamente a Dios, para entrarnos en el Reino de los Cielos.
No se entra en el cielo, no se entra en el Reino de los Cielos apegados a las cosas, apegados a las cosas, pero se entra en el cielo libre, Que yo sea libre, que tu seas libres de los bienes y apegado al único Bien, con B maiúsculo, el único Bien, Dios. Ese Bien nos hace entrar en el Reino de los Cielos.
La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!