Es importante vivir la vigilancia, el cuidado y el perfeccionamiento de nuestra propia vida
“Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más” (Lc 12, 48).
La Palabra de Dios, que nos es dirigida en el día de hoy, nos llama atención sobre la responsabilidad que cada uno tiene con la fe y con la propia vida.
Dios se revelar a nosotros, y esta es una actitud amorosa y bondosa de Él, pero, al mismo tiempo, es también una responsabilidad. Cuando Dios se acerca de nosotros, Él enciende nuestra conciencia y nos da mas conocimiento de las verdades que nosotros conocemos de forma rudimental, pero llegamos a conocer la verdad de forma más plena y dirigida, por eso tenemos más responsabilidad que los demás.
Cuando el Evangelio dice que quien mucho sabía e hizo lo que era erróneo sería muy azotado, y quien poco sabía sería poco azotado, el Evangelio esta diciendo que quien más sabe tiene que ser más cobrado, quien más recibió necesita dar más, necesita ser más consciente y responsable con sí mismo.
Muchas veces, nos preguntamos: “¿Por que no hago lo que todo el mundo hace? ¿Por que yo también no vivo una equivocada?”. Porque ya conocemos las consecuencias de la vida disoluta y de cualquier forma son cocientes de las consecuencias de una vida equivocada y pagaran por el precio.
Pagamos el precio aún mayor cuando conocemos [la vida equivocada], sabemos como ella es y no la practicamos, porque nos fue dada la gracia de conocerla. A nosotros Dios reveló Su amor y nos dio la gracia de conocer cada vez más con profundidad.
Dios nos advierte, nos enseña, forma y educa. No podemos despreciar ni vivir de cualquier manera, como si fuera ignorantes sobre las cosas de Él, a no ser que llevemos con ignorancia, ignorando la gracia que nos fue concedida.
Dios ha sido muy bondoso y misericordioso, pero Él también es justo. Por eso, es importante vivir la vigilancia, el cuidado y el perfeccionamiento de nuestra propia vida. No nos conformemos con una vida cristiana. Muchos piensan: “Ya sé todo sobre Dios”,y lo peor es que, muchas veces, sabemos la teoría, pero la practica no condice. Ya sabemos lo que Dios enseña sobre el amor, la caridad, sin embargo, muchos que no conocen practican mejor que nosotros.
Dios nos libre de una vida cristiana mediocre y nos de la gracia de autenticidad de vida. Nos esforzamos, nos dediquemos y apliquemos por una vida cristiana más consistente.
¡Dios te bendiga!