“Se le acercaron unos fariseos y lo pusieron a prueba con esta pregunta: ¿Está permitido a un hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo? Jesús respondió: ¿No han leído que el Creador al principio los hizo hombre y mujer y dijo: El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá con su mujer, y serán los dos una sola carne?” (Mateo 19, 3-5)
Mis hermanos, el cuestionamiento de los fariseos es también un cuestionamiento de nuestro tiempo sobre bodas, sobre el matrimonio: “¿Pero puede o no puede separar? ¿El divorcio, es o no permitido?”. Desde el tiempo de Jesús, este cuestionamiento ya existia. Y la Iglesia, junto con Jesús, esta siempre junto con Jesús, dijo que no, que desde el principio no fue así. En el principio, el Señor crio, el hombre y la mujer. El hombre dejará su padre y sua madre, así como su esposa, y ellos van ser una sola carne. El matrimonio es algo sagrado, es algo querido por Dios, por eso tiene la bendición de Dios.
Mi hermano y mi hermana que ya esta casado, viva con fidelidad tu compromiso. Mi hermano y mi hermana que no es casado, haga el discernimiento y sepa que es un compromiso serio que tu asumes con este hombre, con esta mujer. Es un compromiso para la vida.
El matrimonio es algo sagrado, es algo querido por Dios
Así como Cristo entrego toda Su vida, y San Pablo nos ayuda, y él hizo esta reflexión en sus cartas, así también el hombre y la mujer deben vivir deben vivir con fidelidad un al otro. Como Cristo amo la Iglesia, se amen, es este amor. Jesús. Jesús no amó una parte, Jesús no amó solo por tres años, Jesús amó y ama por toda la vida, el caracter sagrado del matrimonio.
Por supuesto que después de este cuestionamiento, después de esta presentación de Jesús, mejor hablando, los discípulos dijeran: “¿Entonces, si es así, es tan difícil el matrimonio, es tan difícil vivir esta fidelidad? Entonces, no vale la pena casarse”. Y entonces Jesús dijo que para algunos, de hecho, algunos no son llamados al matrimonio, algunos no tiene como, de hecho, acoger el matrimonio, vivir el matrimonio, pero ni todos entienden eso. Entonces Jesús también habla de la realidad también celibataria. Pero, mis hermanos, el matrimonio es un don, el celibato es un don, una gracia de Dios. Tanto el celibato, tanto el matrimonio, ambos deben ser vividos con fidelidad.
Como Cristo amó la Iglesia, yo celibatario amó la Iglesia, amó el pueblo de Dios, vivo puramente, vivo castamente y me doy al pueblo, así como el matrimonio es sagrado. “Yo hice un compromiso con mi esposa, entonces, me entregó a ella, yo la amó incluso viendo otras personas, otras mujeres. ¡Pero sou fiel a mi esposa!” Esposa, sea fiel a tu marido, sin embargo otros puedan surgir, otros candidatos, pero sea fiel a tu marido, sea fiel a tu esposa. Consagrado, consagrada, religioso, padre, sea fiel a la Iglesia, sea fiel a tu carisma. Como Cristo fue fiel, nosotros también debemos ser fieles. ¡Danos, oh Jesús, la gracia de la fidelidad!
La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!
