“No piensen que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada. Pues he venido a enfrentar al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra.” (Mateo 10,34-35).

Mi hermano, mi hermana, así comienza el Evangelio de hoy, que parece un poco duro o muy duro. Pero, ¿Por qué Nuestro Señor esta diciendo aquí de esta cisión, de esta incompatibilidad, incluso entre las personas de Tu casa, las personas de casa? Por causa de él, por causa del Evangelio, por causa de la Palabra de Dios.

El Señor advirtio Sus discípulos y aviso cada uno de nosotros sobre de esta división que va encontrar, que nosotros encontraremos incluso dentro de nuestra casa. No es para aterrorizar, pero es incluso para tranquilizarnos.

Por que cuando nosotros sabemos, cuando tu sabes que tu vas pasar por una cirugía grave, ¿tu no te preparas? – “Va ser dura, va ser difícil, necesito prepararme”. Nuestro Señor esta diciendo que los tiempos son difíciles y que incluso dentro de casa nosotros encontraremos oposición. Pero al encontrarnos dificultad, observa, observemos, al encontrarnos dificultad incluso dentro de casa, que, en realidad, aumente en nosotros el deseo de vivir la Palabra, de vivir la santidad, de testimoniar Jesucristo para ellos.

Hagamos la voluntad de Cristo, aún delante de las adversidades, porque el Señor nos va garantir el Cielo si perseveramos

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Va llegar un momento que, con la gracia de Él, ellos también no tendrán más argumentos y necesitarán volverse para Nuestro Señor. Sigue rezando por su hijo, sigue rezando por su hija, sigue rezando por su padre, por su madre, por aquellos que son de tu casa y que se perdieran. ¡No desanimes! Pero también reconozca que la Palabra de Dios, de hecho, ella se cumple. Pero no desanimes de hacer el bien, no desanimes de testimoniar Jesucristo aún delante de todas las dificultades que nosotros encontramos en nuestra casa.

Así como el Señor también vivió dentro de su tierra, allí entre los Suyos, Él tuvo también dificultades, pero aún así Él siguió haciendo la voluntad del Padre. Que esta mensaje también sea para mi y para ti. aún con todas las dificultades, con todos los problemas, con todas las oposiciones, mi meta, tu meta es hacer la voluntad del Padre, es hacer la voluntad de Dios.

Las circunstancias difíciles, las situaciones difíciles, que sean pruebas para ir más allá, para que podamos ir más allá, para nosotros ir más allá que ningúna barrera con la familia, con la enfermedad, nada nos impide de caminar aún más hacer la voluntad del Padre, y hacer la voluntad del Señor. Así hicieran los apóstoles, así hicieran los santos, que nosotros también lo hagamos.

Miremos por Cristos, hagamos la voluntad de Cristo, aún delante de las adversidades, porque el Señor nos garante, sí, el Cielo perseveramos, si miramos siempre para Él.

La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!