“Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo” (Jn 16, 12-13).
Mira, mis hermanos y mis hermanas, la vida espiritual es poco a poco, la vida espiritual es un crecimiento que todos nosotros tenemos que vivir. Son etapas que nosotros pasamos de una madurez en nuestra experiencia de fe.
Jesús aseguro: “Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora”, porque Jesús respeta la fase de madurez de Sus discípulos, y Él respeta cada uno de nosotros.
Hay mucha cosa en nuestra vida que no comprendemos. Seguramente, tu pasas por situaciones y tienes muchos cuestionamientos y realidades que, hoy, no tiene capacidad de comprender. ¡Es así, hace parte de la vida cristiana este poco a poco! No existe un momento en nuestra vida donde nosotros entendemos todo. No vamos llegar a eso, porque va existir siempre el elemento del misterio. Sino, seriamos como Dios, y nosotros no somos; somos criaturas, somos limitados.
El misterio de Dios va siempre más allá, el misterio de Dios nos supera siempre. Dios queda siempre un poco oculto que nuestro corazón no se acostumbra, para que nuestro corazón este siempre inquieto en la busca del Señor, en esta madurez de la fe. Entonces, no somos capaces de agotar todas las explicaciones en el momento que estamos viviendo.
Tal vez tu estés pasando por una situación, y va darse cuenta de eso, tu va ser incapaz de absorber todo que está situación puede darle y puede enseñarlo hoy. Pero, calma, poco a poco va experimentando la gracia de Dios, va permitiendo que tu corazón y tu mente engrandezca poco a poco, y ese misterio va siendo para ti.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre, por eso el Espíritu Santo va saber guiarnos en toda la verdad
Jesús vino para darnos la revelación en toda la verdad -¡correcto! Él vino para revelar toda la verdad, pero ella se presenta siempre de forma nueva, ella presenta siempre a nosotros poco a poco. Jesús no violenta nadie, Jesús no quita de nosotros la libertad incluso de nuestra limitación de tiempo, de lugar, de espacio, para que estas verdades, poco a poco, sean asimiladas y sean vividas.
El futuro nos abre, hoy, para una posibilidad de esperarnos en el Señor. Cuando Jesús habla: “Todavía tengo muchas cosas que decirles”, “Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad”, esta idea de futuro no puede molestarnos. Necesitamos abrirnos en el hoy y ahora al Dios que nos habla. No nos preocupemos de una forma exagerada con nuestro futuro, con el día siguiente. Vivamos el hoy, sumergimos nuestro corazón en el hoy y en el ahora. ¿No es así que nosotros creemos? Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.
Por eso el Espíritu Santo va saber guiarnos en toda la verdad, pero Él quiere darnos una síntesis de lo que esta ocurriendo con nosotros hoy. El Espíritu Santo quiere te guiar a comprender lo que esta ocurriendo hoy, en el ahora de tu vida. Entonces, abre tu corazón, permita que Él haga ese movimiento dentro de ti. Poco a poco, la verdad de Cristo va siendo asimilada y va siendo acogida dentro de nosotros.
Sobre todos vosotros, la bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!