“A lo largo del camino proclamen: ¡El Reino de los Cielos está ahora cerca! Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos y echen los demonios. Ustedes lo recibieron sin pagar, denlo sin cobrar” (Mt 10, 7-8).

Es de gracia que nosotros recibimos gracia sobre gracia, es de gracia que recibimos el amor y la salvación de Dios. Es por gracia que Dios nos salva, y por eso seamos también canales de la gracia. Todo lo que nosotros necesitamos, en esta vida, es ser canales de la gracia, instrumentos de ella. Yo no soy la gracia, pero Dios me hizo instrumentos de Su gracia, Dios te hizo y quiere que tu seas siempre un instrumento para que la gracia de Él llegue a los corazones.

La gracia primera es la del anuncio, y, en medio a muchas calamidades, en medios a los tiempos difíciles que nosotros vivimos y a los sufrimientos que enfrentamos, nosotros podríamos parar en eso, pero si paramos delante de los dramas, la vida humana en lugar de ser una gracia, cae en desgracia.

Necesitamos levar con más determinación e Reino de Dios que esta en nuestro medio

La gracia de Dios esta en nuestro medio, el Reino de los Cielos esta cerca, nosotros necesitamos acercarnos siempre más de ese Reino y traer las personas para estar cerca, dentro del Reino de los Cielos. No podemos alejarnos ni dejar que los nuestros estén lejos.

Nosotros muchas veces, usamos nuestra boca para ser instrumento de la desgracia, y no instrumento de la gracia. Es que nosotros, muchas veces, llevamos, por medio de nuestras palabras, de aquello que hacemos, el desespero, el miedo, el desespero y la descreencia. No es para llevar ilusión, de alguna forma, pero necesitamos llevar con más determinación el Reino de Dios que esta entre nosotros.

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Las personas me preguntan: “Padre, ¿dónde esta Dios que no ve el sufrimiento de Su pueblo?”, ¿Dónde esta Dios delante de muchos dramas que nosotros pasamos?”, “¿Dónde esta Dios delante de la pandemía, delante de muchas otras situaciones dramáticas? “, “¿Dónde esta Dios delante del cáncer?”, “¿Dónde esta Dios delante de la depresión y de muchos males que llegan a nuestro corazón?”.

Dios esta aquí en nuestro medio. Él esta sufriendo con los que sufren, llorando con los que lloran, pero siendo fortaleza de aquellos que se refugian en Él y hacen de Él el vigor de su vida, siendo esperanza para aquellos que no se refugian en el desespero, pero ponen en Él su confianza.

¿Dónde esta Dios? Cuidando, en la fe, de aquellos que miran para Él con fe con desespero, siendo la confianza, el aliento, el alimento y la dirección para quien se vuelve a Él de todo el corazón.

Dios esta entre nosotros. Necesitamos llenarnos de Él, llenarnos de Él y llevar para los enfermos, para los muertos, porque muchos aún están viviendo, pero están como que muertos.

Necesitamos limpiar, purificar todos los que están sucios en la carne y en el espíritu por la fuerza del pecado. Necesitamos, en el Reino de Dios, expulsar estos demonios todos que siembran confusión, discordias, peleas, rencores y desabores entre nosotros. Necesitamos ser, en el mundo, la presencia amorosa de Dios que esta entre nosotros.

¡Dios te bendiga!