“Entonces todos los habitantes salieron al encuentro de Jesús y, no bien lo vieron, le rogaron que se alejase de sus tierras” (Mt 8, 34).
Es Jesús que va a la región de los gardarenos. Y, al Su encuentro, dos hombres desesperados por el demonio, que estaban presos a las tumbas, fueron al encuentro del Señor clamando por la liberación, clamando para ser restaurados.
Aquellos hombres eran tomados por demonios tan violentos que nadie pasaba cerca de ellos. Ellos eran tan brutos porque los demonios agitaban tanto aquellos hombres, que ellos, de echo, se convierten muy violentos.
Jesús expulsa los demonios de aquellos hombres, pero aquellos demonios eran muchos, eran muchas realidades infernales y demoníacas que perturbaba la vida de aquellos dos hombres, que aquellos demonios se agitaran mucho para salir de eso, que pidieron los propios demonios para ir a los cerdos.
Los demonios convierten nuestra vida sucia, pensamientos sucios y maldosos, pensamientos impuros y tortuosos
Tu sabes que, en la cultura judaica, los cerdos simbolizan la impureza, ellos ni comen carne de cerdo porque el cerdo es un animal impuro y sucio, y lo que lo demonios estaban haciendo era convertir aquellos hombres sucios, impuros e inmundos. Estaban, de hecho, ensuciando el alma de ellos como los demonios hacen con nuestra vida.
Ellos convierten nuestra vida sucia, pensamientos sucios y maldosos, pensamientos impuros y tortuosos, y de una forma profética estaba allí los cerdos que, al mismo tiempo, hacían parte de la economía de aquella ciudad, de aquella región que era los gadarenos.
Jesús no pensó dos veces, quito los demonios de aquellos hombres y tiro a los cerdos y los cerdos tomados por aquellos demonios se tiraran en el monte y se ahogaran en el mar.
Una sorpresa tomo cuenta de todos, pero, ¿cuál fue la sorpresa? ¿La sorpresa fue por causa de los cerdos o por causa de dos hombres libertos?Depende de quien esta mirando; quien esta preocupado con su economía o con su bolso,la sorpresa es con los cerdos, con la manada de cerdos que se fue. Ahora, quien esta preocupado con el ser humano, quien esta preocupado con la persona humana, esta se regocijando porque Jesús liberto dos vidas humanas del poder del mal.
¿Lo qué vale una manada de cerdos delante de dos vidas que son libertas? Pero aquí es el “espíritu de cerdo”, aquí el espíritu humano sucio, cuando el ser humano solo piensa en si mismo, en sus valores, en sus bienes y en sus posesiones.
Expulsan a Jesús de aquella ciudad porque, para ellos, los cerdos son más importantes que los dos hombres que son libertos del poder del mal. Si aquellos dos hombres muriesen, porque prácticamente ya habían muerto, por ellos ya estaban incluso en el cementerio. Jesús quito aquellos hombres del cementerio, de la puerta de la muerte y libero a ellos.
¿Qué es más importante para nosotros? ¿Qué es importante para la vida humana? ¿Y qué lugar ocupa hoy el ser humano, el ser humano abandonado, que esta hoy despreciado? ¿Nosotros estamos más vuelto para nuestra economía, para los cerdos o estamos vueltos para cuidar de la criatura humana, tan singular en el corazón de Dios?
¡Dios te bendiga!