“Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada” (Lucas 10, 41 – 42).
Jesús es aquel que mira y conoce el corazón humano, Él sabe cuanto nuestro corazón es agitado, preocupado con muchas ocupaciones. ¿Qué son nuestras preocupaciones sino nuestras ocupaciones con todas las situaciones de la vida?
La verdad es que todas las ocupaciones van ocupando los espacios de nuestro corazón, ocupan mucho espacio que no tiene lugar para otras cosas. El peor es que estas ocupaciones van sufocando, van matando el esencial de nuestra vida.
El esencial es lo que María eligió, el esencial es estar en Dios, estar con el corazón puesto en Él, tomado por la gracia de Dios, poniendo a los pies de Dios para abastecer de Él.
Mira nuestra dificultad, tenemos dificultades en rezar, de ponernos en actitud de oración, porque el corazón esta tan agitado, perturbado, las inquietudes de la vida son muchas. Somos asaltados, a todo momento, en nuestra mente por fantasías, fantasmas, ilusiones mentales y el corazón esta tan lleno de cosas, sean de cosas no resueltas, sean de nuestras angustias, de nuestros miedos, sea un corazón tomado por las tristezas, angustias y revueltas de la vida.
El esencial es estar en Dios, estar con el corazón puesto en Él, tomado por la gracia de Él
Eso nos va agitando, nos perturbando, preocupándonos y con eso no quedamos tranquilos, el corazón queda agitado y quedamos emocionalmente inestables, enfermos, sufriendo, angustiados con nuestro rostro de preocupación, tristes, impacientes unos con los otros, quedamos bravos, peleamos, creamos situaciones de contiendas y discordias porque no nos ocupamos con lo que es esencial
No quiere decir que las otras no sean importantes, no que el trabajo de Marta de cuidar de la casa y de los quehaceres no seria importante. Todo eso es fundamental, pero no es esencial.. Mira la diferencia, existen cosas que son importante para nuestra vida, pero el más importante no puede estar por encima de aquello que es esencial.
Es lo esencial que va dar luz y gracia para las cosas que son importantes para nuestra vida. La persona va eligir lo que ella tiene para hacer en la vida y va ver todas sus responsabilidades, ella tiene que cuidar de casa, cuidar de los niños, lavar las ropas, tiene que trabajar, estudiar y todas las cosas importantes. Pero ella escoge lo esencial que debe iluminar todas estas cosas y deja por último o de fuera, y poco a poco el corazón esta agitado, preocupado y tenso porque ella no tiene la luz esencial para iluminar las cosas importantes de tu vida.
“Marta, tu te preocupas con muchas cosas. No te olvides, solo una de ella es esencial y esta no va ser retirada”. Todas las cosas van pasar, ocupaciones con hijos, trabajos y estudio. ¿Y lo que queda? Solo el Señor, y nadie puede retirarlo cuando Él esta en nosotros y permanece en nosotros.
¡Dios te bendiga!
