13 Oct 2019

Tengamos un corazón agradecido

“Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano” (Lc 17, 15 – 16)

Diez leprosos fueron sanados por Jesús. La situación de estos leprosos que gritaban “Maestro, ten compasión de nosotros” es la situación de muchos de nosotros que estamos gritando por Jesús, que estamos clamando por Él para que venga en nuestra ayuda, para que mire para nuestras miserias, nuestros sufrimientos, dolores, aflicciones y enfermedades.

Es el grito de la súplica, es el grito de aquel que, realmente, tiene el alma deseosa de que Dios venga. Todos nosotros pasamos por momentos en que las aflicciones parecen ser más pesadas, entonces, invocamos Dios y pedimos Su ayuda.

Cuantas veces la gracia de Dios nos ayuda, libranos, purifíquenos, nos renueva y santifica. La gracia de Dios nos perdona todas las veces que buscamos su perdón. Pero, lamentable es que la mayoría de nosotros se parece con los nueve agraciados que se fueron.

Aprendamos con ese único leproso agradecido a tener un corazón que reconoce la grandeza de Dios en nuestro medio

Sabemos que la gracia no reconocida se transforma en una verdadera desgracia, porque nos convertimos personas ingratas y sin reconocimiento. La gracia de la vida es saber que lo que Dios hace en nosotros, nos pone en comunión con Él.

No hay nada más justo para una alma que vivir la alabanza, la gratitud y el reconocimiento a Dios. Solo puedo decirle: no sea una alma ingrata, no tenga un corazón que no da gracias a Dios, especialmente, en su relación con Dios. Gasta tu voz, tu sentimientos de tu alma y de tu corazón para dar gracia, alabar, bendecir, adorar y glorificar ese Dios que tanto realiza en nuestra vida.

Quedamos muy enfermo en el alma y en el espíritu, porque somo aquellas personas que más murmuran que alaban, más reclaman que dan gracia a Dios, pero están en busca de favores que un corazón que un corazón que tenga gratitud.

Que aprendamos con ese único leproso agradecido a tener un corazón grato, un corazón que reconozca la grandeza, el poder, la majestad, la presencia amorosa y bondad de Dios en nuestro medio.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.