14 Oct 2021

Vamos ser juzgados con la misma medida que juzgamos el prójimo

“¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden” (Lc 11, 52).

Jesús, el Señor de la Vida y el verdadera Maestro de la Vida, esta no solo tirando las orejas, pero llamando la atención de aquellos que son los maestros de la Ley de Su época, conocedores de la Ley de Dios, de los preceptos, de la ciencia sagrada. Porque ellos se comportan como si fuera los detentores de la verdad, como si fuera los dueños del Cielo, como si ellos determinasen quien entra y quien no entra, quien hace la voluntad de Dios y quien no lo hace. Y la medida en que ellos tienen ese comportamiento – porque ellos quieren prevalecer por el conocimiento – , si ponen por encima de los demás, se ponen por encima del bien y del mal y están juzgando a todos. Además, están cometiendo la peor de las injusticias porque están siendo injustos con ellos mismo, no están reparando la propia vida, ellos no están mirando el propio comportamiento, y lo que quieren prohibir en los demás están practicando de forma peor.

Es Dios quien juzga los vivos y los muertos y nos va juzgar con la medida que medimos los demás

El exceso del querer saber, de creer que sabe, convierte la persona ciega sobre sí misma, es por eso que los doctores de la Ley no se ven. Como nosotros necesitamos tener cuidado y atención también para no caer en esta tentación, porque somos, muchas veces, impelidos a creer que sabemos y conocemos todo y que todo tiene que pasar por nuestro criterio, yo sé cual es la persona que esta correcta y la que esta equivocada; juzgo el comportamiento des este o de aquel; aplaudimos quien se comporta de la forma que me gusta y reprobo; hablo mal y, muchas veces, lanzo comentarios, criticas duras, crio rotulos para juzgar las personas, “Esta es convertida”, “Esta no es convertida”, cuando, en realidad, necesito ver mi vida, necesito poner mi corazón en el horno de la penitencia, para que tome conciencia de mis pecados, de mis debilidades, de mis errores, de mis fallas, para que yo tome conciencia de donde estoy pecando, donde estoy equivocando, para no vivir juzgando.

Lee más y conozca:
.:Ejercita el dominio sobre ti mismo
.:Necesito juzgar mi vida antes que el justo Juez venga

¡Cuando tu encuentras personas reunidas para juzgar los demás, huye! Allí es el lugar del encuentro de los maestros de la Ley. Cuando tu pones junto a los demás para hablar de la vida de los demás, tu estas juntando a ese grupo que se creen detentores de la verdad. Como es difícil encontrar la humildad de quien sabe bajar la cabeza y mirar para sí propio. Y cuando ver un hermano pecando, equivocando, tengo que bajar mi cabeza y pedir misericordia por mí, para que yo vea y quede atenta si no estoy haciendo de la misma forma, para reparar en mí misma. Y, debo ayudar ese mi hermano de quien hablo, de quien juzga, (espero que ni hablemos), pero si la mente ya fue tentada a juzgar que sea para ayudar; y, si no puedo ayudar por la presencia, que sea por la oración, pero jamás por la maledicencia de hablar mal del hermano, porque todas las veces que hago, estamos convirtiéndonos maestros de la ley, tomando la llave de la ciencia y convirtiéndonos detentores de las llaves del Cielo, y eso Dios no confio a nosotros, es Él quien juzga los vivos y los muertos y hay de juzgarnos con la medida que medimos los demás.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.