05 Mar 2019

Quien haber dejado todo, por causa de Jesús, recibirá cien veces más

Retírese para llenar de gracia y, cien veces más, Dios te va dar la gracia para cuidar de aquello que es tu deber

“En verdad les digo: Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mi causa y por el Evangelio quedará sin recompensa. Pues, aun con persecuciones, recibirá cien veces más en la presente vida en casas, hermanos, hermanas, hijos y campos, y en el mundo venidero la vida eterna” (Mc 10, 29-30).

Tal vez tengamos escuchado ese evangelio siempre en el tono de radical, de quien deja todo por causa de Jesús y de Su Evangelio. Quien deja su vida para seguir una vida consagrada, una vida toda entregua a Dios, y sigue a pEl, es obvio que va ser mucho más libre y disponible.

Como alabar a Dios por mi vocación, opción; por haber dejado, aún en la adolescencia, mis sueños e ideas, mi casa, mi madre, mis hermanos. Y Dios me dio cien veces más: mis hermanos, los hijos; la gracia de los padres y de las madres, de muchas personas que me asumieron y me adoptaran. Y, de esta forma, cada uno que vive a su entrega a Dios, podrá experimentar esta gracia,

Más, aquí, hay una dimensión que todos necesitan vivir en su vida, la dimensión de la entrega, de la renuncia. Dimensión esta que necesitamos aplicar incluso en el contexto de la vida familiar. Porque, solo asumo integralmente lo que soy capaz de entregar. Tu solo puedes ser un buen marido, una buena esposa; un buen padre, una buena madre para tus hijos, si eres capaz de entregar tus hijos a los cuidados de Dios.

¡Pero, cuidado! Entienda muy bien esta reflexión. Porque, entregar no quiere decir que tenga de abandonar, porque la responsabilidad es siempre tuya. Ningún padre, ninguna madre, ninguna persona que tenga juicio puede dejar sus responsabilidades por ninguna obligación de la Iglesia, y jamás utilice eso como justificativa. Solo es necesario saber significar las cosas.

Tener el tiempo que es de Dios y ser de Él en este tiempo. Tener momentos en que tu, madre, después de poner tus hijos para dormir; se dedica a ser toda de Dios; y el hombre. También, todo de Dios. Porque este tiempo que tu dejas para Dios, es el tiempo necesario para reabastecer, para ser cien veces más capaz de amar tus hijos, tu esposa (o). Para ser, cien veces más, capaz de dedicarse para el otro, que es tu primera responsabilidad.

Pero, no olvidemos de que necesitamos, muchas veces, dejar para poder asumir; dejar para abastecer. Necesitamos apartarnos para estar más cercas; necesitamos de la gracia de la dinamica evangélica para ser mejores en lo que necesitamos realizar.

No es fuga. No es abandonarnos en nuestras responsabilidades, y sí asumir cien veces mejor, con la gracia de Dios. Tiene madre que no esta dando más cuenta de cuidar de los hijos; tiene esposa que no esta dando cuenta del matrimonio. Tiene personas que no esta dando más cuenta de cuidar ni de los propios padres. ¡Entonces, abastezca! Retírese para llenar de la gracia y, cien veces más, Dios ye va dar la gracia para cuidar de lo que es tu deber, tus obligaciones y responsabilidades.

¡Que cien veces más, Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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