18 Oct 2021

Necesitamos ser presencia de Dios donde quiere que estes

“Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir” (Lc 10, 1).

Estamos celebrando, hoy, el evangelista San Lucas. Él no era del grupo de los doce apóstoles, pero era un discípulo de Jesús, especialmente en la escuela de Pablo. Es Lucas quien trae para nosotros la belleza de su obra, el Evangelio que escribio y los Actos de los Apóstoles, que es la continuidad de ese mismo Evangelio, donde él nos relata Jesús, el Hombre del Espíritu y la Iglesia que nace del Espíritu, y es guiada por el mismo Espíritu.

Lucas fue un hombre que se dejo ser guiada por el Espíritu de Dios. Intelectual, medico, se convirtio medico de almas y corazones, siguiendo Jesús de todo el corazón. Así como el Señor envio setenta y dos, envio muchos otros para ir adelante en el lugar donde el propio Jesús debía ir. La misión del discípulo es esta: llevar Jesús donde Él necesita estar.

El Señor nos envía donde Él quiere que estes para sernos sal, fermento, luz y presencia de Su gracia

No hay ninguna dudas de que nosotros, los discípulos de Jesús de hoy, tenemos esta incumbencia y misión: necesitamos ser la presencia de Jesús onde estamos. Hay muchos lugares que Jesús necesita entrar, quedar, permanecer, evangelizar, salvar, curar, libertar, y es por eso que, en el bautismo, el Señor nos ungió para que, en Su nombre, podamos llevar Su Palabra, Su amor y Su presencia.

A veces, las personas quieren estar en nombre de autoridades, “Represento tal”, “Represento la tal familia”, “Represento aquella persona”. ¡No! Representamos Jesús, nosotros estamos en este mundo, y para donde somos enviados es en nombre y en la autoridad de Él. Por eso, ejerce esta autoridad.

Por supuesto que la autoridad de Jesús no es la autoridad humana, mundana, pero es la autoridad de la gracia. Como el propio Evangelio nos relata es la autoridad sobre los espiritus impuros e maligno. El discipulos de Jesús lleva la paz, el discípulo de Jesús lleva el Reino de Dios, la Palabra de Dios, la presencia de Él donde Él este, por eso el Señor nos envia donde quiere que tu estes para ser sal, fermento, luz y presencia de su gracia, presencia de Jesús donde nos hacemos presente.

Si el mundo no es convertido y transformado, es porque los discípulos de Jesús no esta llevando a este mundo. En la insistencia de fe, en la gracia de fe, vamos testimoniar la fe, testimoniar Jesús, la Vida, la Palabra. Dar testimoniar Jesús con el corazón.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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