13 May 2020

Necesitamos permanecer en Jesús

“Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí” (Jn 15, 4)

Cuando Jesús nos dice que necesitamos permanece en Él es porque necesario es quedar en Él sin salir de Él. Pues, nos volvemos para Él cuando perdemos la paz, cuando perdemos lo que queríamos, cuando estamos inquieto y tensos. No deberíamos ni pasar por esta practica, si permanecemos en Jesús, pero salimos de Él para buscar las pasiones, las inquietudes, las peleas y discusiones. Salimos de Él para vivir las perturbaciones del mundo.

No salga de Jesús. Sé que ha todo un mundo nos tirando, sé que ha todo un mundo de atracciones que quieren nos llevar. No importa donde esté, pero esté en Jesús. Trabaje en Jesús, cuide de la casa en Jesús, haga lo que tiene para hacer en tu día a día en Jesús. Si las situaciones todas de la vida te preocupan: la política, la creación de los hijos, los negocios, tus estudios, haga en Jesús.

Me recuerdo de que, cuando niño, me preocupaba con las pruebas de la escuela. Aprendí, estudiando, a confiar en Jesús; mis evaluaciones más sencillas, todas ellas entregaba para Jesús. Pero las obras de la vida, algunas de ellas me aterrorizan porque he dejado de entregar para Jesús.

Cuando vi el mundo se inquietando con la pandemia, el coronavirus, no hice y ni puedo hacer desdén, con el drama que inquieta y perturba toda la humanidad, pero, más que nunca, necesito también entregar eso para Jesús y permanecer en Él.

Jesús es la vid, es solo produciremos frutos en la vida, se permanecemos en Él

La sociedad no permanece en Jesús, pero yo necesito permanecer, tu y tu casa necesitan permanecer en Jesús. No podemos quitar de Él nuestra mirada, no podemos nos volver para nadie como si tuviese otros Mesías, otros salvadores. ¡No! Solos tenemos un Mesías, un Salvador, Él se llama Jesús. Es a Él que volvemos nuestro corazón, es en Él que necesitamos permanecer a cada día de nuestra vida de nuestra existencia.

Resista a toda y cualquier tentación de salir de Jesús, no cambie de dirección, por el contrario, se vuelve con todo el ardor de tu alma y de tu ser, para Jesús. Él es la vid, y solo produciremos frutos en la vida, si permanecemos en Él.

Quien no permanece en Él, se va lanzando fuera, se va sintiendo fuera. A veces, nos encontramos perdidos en las cosas de Dios y no sabemos ni nos situar. Prestemos atención si no estamos fuera o no estamos arraigados en Él, porque necesitamos producir muchos frutos y la vid verdadera es Jesús.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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