06 Oct 2018

El Padre nos eligió y escribió nuestro nombre en el Cielo

Nuestra alegría debe ser porque el Padre nos amó, eligió, y escribió nuestro nombre en el Cielo

“En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido” (Lucas 10, 21).

¡Que belleza contemplar Nuestro Señor y Salvador Jesucristo exultando en el Espíritu! ¿Por que esta exultando de alegría en el Espíritu? Él vio Sus discípulos regresar alegres, porque habían expulsado los demonios, porque tenían anunciado el Reino de Dios y porque vencieron las fuerzas del mal. Jesús, sin embargo, les dice: “No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo” (Lucas 10, 20).

Tener el nombre escrito en el Cielo es la gran gracia que Dios nos da; combatir a los demonios, para que nuestro nombre no sea borrado, para que nuestra vida no sea vencida por la fuerza del mal ni que el mal reine en nuestra vida.

A la medida que vamos avanzar en las virtudes, no tengamos orgullo de eso ni creemos que es mérito nuestro, es gracia de Dios en nuestra vida. Por eso, nuestra alegría debe ser porque el Padre nos amó, nos escogió y escribió nuestro nombre en el Cielo. Nuestra alegría debe ser porque estamos sirviendo al Señor y respondiendo al amor que Él tiene para con nosotros.

No es mérito nuestro aquello que realizamos, el mérito fue el amor de Dios, que tuvo misericordia y compasión de nosotros. Jesús esta regocijando y se alegrando, porque no fue a los sabios, a los grandes y entendidos de este mundo que esta gracia fue revelada. La gracia de tener el nombre escrito en el Cielo es a quien se hace pequeño y humilde.

¿Dios hace distinción de personas? No, pero las personas hacen distinción de Él. Hay aquellos que acogen Su Palabra con el corazón humilde y se convierten, no ponen en sí sus fuerzas, sus pretensiones y conquistas. Y hay aquellos que desprecian, que no eligen el Señor ni lo aman. Es decir, la elección es nuestra, porque Dios ya nos eligió primero, Él nos llamo, pero necesitamos, con el corazón desprendido, acoger la opción que Dios hizo por nosotros.

Alegrémonos con el Padre que nos amó, nos eligió y nos llamó a hacer parte de Su Reino. Alabado y bendito sea Dios por el tamaño del amor que tiene por cada uno de nosotros.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.