29 Apr 2019

Que podamos nacer para las cosas del Alto

“Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios” (Jn3,5).

La verdad es esta: quien nace de la carne es carne, quien nace del humano es humano, pero quien nace del Espíritu es Espíritu. Nacemos de la carne por nuestros padres y vivimos esta experiencia humana, material y carnal; muchas veces, deslumbrando con ella, con el mundo en que estamos. No existe mal, porque si nacemos es para vivir mismo, pero no podemos nacer solo de la carne.

Necesitamos nacer del Espíritu para sumergir en la vida del Espíritu. Comprendo por que muchas personas no comprender las cosas de Dios y creen todo obsoleto y sin sentido, porque quien no comprende, de hecho, lo que es la vida en Él.

No somos mejores que nadie, sin embargo, ser mejores, cada vez más, en nuestra vida espiritual, porque sino investimos en nuestra vida espiritual, vamos crecer intelectual y financieramente, pero, ¿de que vale todo eso sino crecemos en Dios?

Todo que nosotros crecemos en la vida humana es un “crece y después decrece”, porque la vida que ganamos también perdemos, pero aquello que ganamos en Dios, la vida y la experiencia en él, nadie puede quitarnos. Es el mayor embestida, es un patrimonio que ningún ser humano puede quitarnos, ninguna fuerza infernal puede robarnos. Nuestro embestida es en las cosas del Alto, es en las cosas del Cielo.

Vamos sumergir en el Espíritu, porque sino nacemos de las del Alto, no experimentaremos las cosas de Dios

Cuida de tu vida aquí en la Tierra, trabaje dignamente, de vida digna a los tuyos, esfuérzate pero en una proporción mayor, sumergí en el Espíritu, en la vida en Dios, porque sino naces de las cosas del Alto, de la experiencia del Alto, no experimentara las cosas de Dios ni entrara en ellas.

Estamos indignados con el mundo en que vivimos, en un mundo de maldades, crueldades y con falta de humanidad. ¿Dónde esta el reino de Dios? Él esta en aquellos que entrega su vida en el Señor, vive en el mundo alienados, pero no pierden la alegría de vivir, porque experimentan la alegría de ser de Dios.

Permitamos que, al meditar la Palabra de Dios, podamos nacer del Alto para vivir aquí debajo, inmerso en el mundo en que estamos, pero con el corazón en Dios y en las cosas de Él. No va faltar consuelo, dirección, protección y luz para vivir.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.