04 Mar 2019

Jesús nos pide para regresar del mal camino

“¡Vuelve! Regresa del mal camino”

“Sus injusticias no están ocultas para el Señor y todos sus pecados están delante de él. Pero el Señor es bondadoso y conoce a su criatura; no las deja ni abandona, sino que las perdona. La limosna de un hombre es para él como un sello, y tiene en cuenta un favor como la pupila de sus ojos” (Eclo 17, 20-21).

La Palabra de Dios tirada, hoy, en nuestro corazón, es una advertencia de Dios a nosotros. No dejemos crecer las ofensas entre nosotros, y las ofensas que son dirigidas a Dios con nuestros pecados, nuestra rebeldía, nuestro corazón inconstante, insensato y, muchas veces, insensible a la gracia de Dios.

¡Vuelve! Te arrependas de tus pecados, de tus delitos, de los males que tienes practicado en tu vida. ¡Vuelve! Porque el Señor, nuestro Dios, tiene el corazón benigno. Él quiere ayudarnos a trazar un camino de regreso, de vuelta. Porque, cuando un camino de pecado se abre en nuestra vida, comenzamos a recurrir despacio y, muchas veces, él se convierte sin vuelta. Porque caminamos mucho hacia adelante y perdemos la dimensión de la gracia.

Entonces vamos yendo, creyendo que no es nada, que es algo muy simples. “No estoy haciendo nada, soy un ser humano, tengo mis debilidades” y, de esta forma, me entrego al camino de pecado. Y, cuando no más me doy cuenta, pierdo la sensatez de la gracia. No soy capaz de reconocer lo que es correcto y lo que es equivocado, porque comencé a ver en el camino equivocado.

No pienses que una mentira es, simplemente, una mentira. Porque, si comienzas a enrollarse por el camino de la mentira, dejando mi corazón y acostumbrando a contar mentira, viviendo la vía de la mentira, entonces, va ser difícil regresar.

Por eso, en el punto en que esté, en la situación en que te encuentres, mismo se enrollandose en algún camino de pecado, regrese ahora. Se dejo tu alma ser tomada por los males sentimientos, por algún sentimiento pernicioso; se dejo enredarse por algún sentimiento de infidelidad, de adulterio, de jhacer mal al otro, retome de este camino ahora. Porque, se seguir en él, te vas ahundar y no de vas dar cuenta del agujero que estas entrando.

El pecado es así: en el comienzo parece algo muy sencillo, común; después nos pone para bajo, nos retiene, hasta prender y mantenernos rehenes de él, cautivos a él. Por eso, el Señor nos llama ahora. Él esta clamando: “¡Vuelve” Regresa del mal camino. Yo tengo el perdón y la misericordia para ofrecer a tu corazón”.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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