“Entonces se dijeron el uno al otro: «¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Lc 24, 32)
Los discípulos que caminaban en dirección a Emaus estaban conversando sobre tantas cosas, estaban tensos y preocupados con todo lo que estaba ocurriendo.
Los discípulos de Emaus se parecen con los discípulos de Jesús de los días de hoy: yo, tu, cada uno de nosotros. Estamos a camino de las cosas de la vida para ser resueltas y cuidadas, e incluso dentro de casa o conversando con los demás, hablamos de todo y, a veces, preguntamos: “¿Lo que esta ocurriendo?” “¿Qué es eso?” “¿Por que el mundo esta así?” “¿Por que estamos pasando por esta crisis?” “¿Por que esta pandemia?”.
No paramos para escuchar el Señor, no paramos para encontrar con Él. ¡Queremos encontrar respuestas humanas para las cosas, pero no queremos tener el encuentro personal con el Señor, que es más importante!
Salimos de las tinieblas y vamos para otras; el importante, sin embargo, es que, en todos las marea que cruzamos en esta vida, este con el Señor y Él esta a nuestro lado. Por eso, no busquemos otras respuestas para la vida sin primero encontrarnos con Jesús. Alguien pregunta: “¿Dónde esta Jesús?”. Él esta a nuestro lado, caminando con nosotros, esta en nuestra casa.
Permitamos que Jesús nos enseñe nuevamente a leer y comprender las Sagradas Escrituras
¡Estamos tan conectados con muchas cosas! En la misma casa, están conectados, al mismo tiempo, la tele, la radio, la internet.. Y cada uno con un teléfono móvil en la mano, cada uno conectado en muchas cosas, que no damos cuenta de Jesús a nuestro lado.
Desconecte del mundo para conectarse a Jesús que camina a tu lado. Permita que Jesús te enseñe, nuevamente, a leer y comprender las Sagradas Escrituras. Como Él hizo con los discípulos de Emaus, comenzando por moisés, pasando por los profetas, Él explicaba a los discípulos a las pasajes de la Escritura que hablaba sobre Él.
Muchos de nosotros nos decepcionamos con la Biblia, porque abrimos la Palabra para buscar respuestas a nuestras objeciones humanas. ¡Busquemos las Sagradas Escrituras para encontrarnos con Jesús! Del Génesis al ultimo libro de la Biblia, la única cosa que debemos querer encontrar es Jesús, el Resucitado.
Encontramos pasajes que hablan de tragedias e de cosas complicadas, pero, por tras de cada tragedia, de cada cosa complicada y desastrosa, encontramos la luz de Jesús iluminando las tinieblas de nuestra alma y de nuestro corazón.
Busquemos Jesús, dejemos el Señor, que esta a nuestro lado, en nuestra casa, hablar con nosotros. Desconectemos, de todo para volver la Palabra de Él, para encontrarnos con Jesús vivo en Su Palabra viva.
Para algunos, las Sagradas Escrituras son solo letras, porque no están en el Espíritu. Cuando abrimos nuestro corazón, es Jesús que, con Su Espíritu, viene hablar a nosotros, viene enseñarnos y alentar nuestro corazón. Entonces, podemos decir como los discípulos, el cuanto nuestro corazón ardia y se abre cuando Jesús hablaba con nosotros en las Escrituras.
Tu sentirás tu corazón arder, tu alma vibrar tu corazón encontrar la paz cuando dejar Jesús hablar contigo por medio de las Sagradas Escrituras.
¡Dios te bendiga!
