“Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará en el Espíritu Santo. En aquellos días Jesús vino de Nazaret, pueblo de Galilea, y se hizo bautizar por Juan en el río Jordán” (Mc 1, 8-9).

Tenemos de celebrarnos el Bautismo del Señor; El Bautismo de Jesús es, en realidad, el bautismo de cada uno de nosotros. Vino Juan que denominamos “Bautista”, porque él bautizaba para que los corazones se abren, para que los corazones puedan, de hecho, convertir para acoger Jesús.

Una cosa es muy importante: el bautismo es la abertura de corazón para que podamos acoger a Jesús como Señor y Salvador. El gran drama de la humanidad son muchas personas bautizadas, pero que no abren el corazón para acoger Jesús.

No basta ser bautizado, es necesario que el bautismo opere la conversión en nosotros, opere la gracia que es derramada sobre nosotros. La mayoría de nosotros es bautizado aún niño, presupone, creía que un niño bautizaba en el seno de una familia bautizada, que el bautismo fuera vivido, celebrado y asumido en el seno de esta familia. ¡Es lo que se espera!

Tal vez, te preguntes: “¿Por qué vamos tan tempranos ser bautizados?”. Es porque, desde pequeños, la gracia de Dios quiere actuar en nosotros. Por lo tanto, si tuvimos la gracia de crecer en una familia que cultivo en nosotros la gracia del bautismo – ¡que bendición! Pero si no, es necesario hacer el bautismo ocurrir, es necesario que la unción del bautismo esté actuando en nosotros.

Padres, madres, hombres y mujeres, desde niño el Espíritu de Dios esta sobre nosotros. No fuimos bautizados solo en el agua, el agua fue derramada sobre nosotros, pero ella nos vertió la gracia del Espíritu.

El bautismo es la abertura de corazón para que podamos acoger Jesús como Señor y Salvador

No sé porque no cultivamos vida espiritual en nuestros niños; veo, a veces, padres peleando porque quieren luego bautizar tus hijos, llevan para la Iglesia, hacen fiesta bonita, pero en el otro día veo estos niños, aún pequeños, ni saben hablar muchas veces, con el celular en la mano en el canal de Youtube, aprenden todos los dibujos, pero no cultivan la gracia del Espíritu.

No veo padres, cultivando la gracia del bautismo en la vida de estos niños. Primero, porque el mundo virtual es un mundo encantador de magia; y las personas, muchos de los padres están creyendo que la gracia de Dios también es como se fuera una magia, donde una vez que llevo para la Iglesia, el niño fue bautizada y ahora automáticamente las cosas van ocurrir. ¡No! O cultivamos la gracia del bautismo en nosotros, en nuestros hijos o aquella unción quedara apagada, como esta apagada en la vida de muchos de nosotros que no llevamos la vida en el Espíritu porque no cultivamos en nosotros ni en nuestros hijos la unción del Espíritu recibida en el bautismo.

¡Dios te bendiga!