13 Oct 2021

Debemos ser justos en todos los momentos de nuestra vida

“Pero ¡ay de ustedes, fariseos, que pagan el impuesto de la menta, de la ruda y de todas las legumbres, y descuidan la justicia y el amor de Dios! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello” (Lc 11, 42).

Los fariseos eran convencidos de que sus practicas religiosas eran suficientes para agradar a Dios y ser buenos religioso. Nosotros, muchas veces, también queremos estar convencidos que somos buenos religiosos porque rezamos, vamos a la iglesia, participamos de la misa, rezamos la coronilla, leemos la Palabra de Dios – y no podemos dejar de hacer estas cosas -, además, no podemos parar en ellas. Porque todas estas practicas, en realidad, son medio para que nuestro corazón se convierta para el amor a Dios y al prójimo.

Jesús llama la atención de los fariseos porque ellos cumplen los preceptos religiosos correctamente, pero dejan de lado la practica de la justicia, ser justo con los hermanos. Ser justo es, cada vez más, una medida necesaria para nuestra vida; ser justo es, de ninguna forma, ser connivente con las injusticias de los tiempos en que vivimos. No me refiero solo a las injusticias sociales, ellas son alarmante y de ninguna forma podemos estar de acuerdo con ellas, no podemos dejar el pobre sufrir, morir de hambre, no podemos dejar el otro pasar necesidad. El minimo de exigencia de la fe cristiana es cuidar de los más necesitados, es practicar la justicia y vivir la justicia social en todo y cualquier ambiente, promover y luchar por ella.

Amemos a Dios sobre todas las cosas, pero seamos justos y honestos en las pequeñas y en todas las situaciones

Nosotros, olvidamos que, muchas veces, somos injustos en las relaciones mutuas. ¿Quieres algo más injusto que hablar mal de tu hermano? ¿Quieres una injusticia mayor que ennegrecer la imagen de alguien? ¿Quieres ver que forma injusta nosotros establecemos nuestras relaciones cuando la movemos por chismes, cuando rotulamos las personas, cuando no conocemos la verdad y somos movidos por la parcialidad?

Cada uno tiene una narrativa de la vida, de la historia, cada uno cuenta la historia de la forma que quiere. Tu escuchas una mujer casada, ella cuenta la parte de ela historia, no es que ella este equivocada, pero no puedo dar una orientación a la pareja, pues voy ser injusto, si también no escucho la otra parte; si no sé lo que la otra parte vive, siente. Por eso, muchas veces, no llegamos en un consenso, pues somos movidos por la parcialidad; y toda parcialidad es injusta. Por eso, para practicar la justicia, necesitamos dejar de lado las pasiones, debemos dejar de lado los movimientos preferenciales que tenemos por este o por aquel para sernos justos.

Muchas veces, para sernos justos, tenemos que ser duros incluso con quien nosotros amamos, hasta con quien es cercano de nosotros, no puedo favorecer mi hijo, mi hermano, mi amigo porque él es conectado a mí y desfavorecer el otro, eso es una de las más alarmantes injusticias.

Si queremos vivir una religión que agrada a Dios, amemos a Dios sobre todas las cosas, pero seamos justos y honestos en las pequeñas y en todas las situaciones.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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