“Pasa lo mismo donde el Padre de ustedes, el Padre del Cielo: allá no quieren que se pierda ni tan sólo uno de estos pequeñitos” (Mt 18, 14).
Es muy importante tener la ciencia y la conciencia de que cada oveja es importante para Jesús. Yo soy importante, tu eres importante, nosotros somos importantes, tu hermano que esta en tu casa, tu hijo, tu marido, tu esposa, tu colega de trabajo, tu funcionario, tu jefe, aquel hermano que esta perdido, aquel que esta en las calles por donde nosotros pasamos. Pero, muchas veces, nosotros creamos la marginalidad religiosa, donde algunas personas son “elegidas por Dios” para ser salvas, y las demás son las “condenadas”, las pobres. Y nosotros lamentamos por ellas, pero no hacemos nada por ellas.
Dios no, Dios no esta feliz con las 99 ovejas que tiene, y una esta perdida. Dios es un padre que tiene un juicio. Y una madre que tiene juicio nunca dijo: “Tengo tres hijos conmigo. Aquel que salio no tiene importancia, el importante es que tengo tres”. ¡No! Para ser una madre, un hijo es tan importante cuanto los otros tres, cuanto los otros cuatro, porque es único.
Es el momento de volvernos para las ovejas que están lejos y perdidas, porque no es una oveja
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Es único el hijo que vive aquel dolor, aquel sufrimiento, aquella separación. Como para Dios, cada vida es única, por eso el Padre no desea que se pierda ningún de Sus Hijos, porque todos ellos tiene importancia para Él.
Necesitamos vencer estos tiempos en que vivimos, tiempos de parálisis en que nos conformamos con lo que tenemos, [con la cantidad] de personas que están en la iglesia. Existe padre que dijo: “¡Mi iglesia esta llena!”. ¡Es verdad, hay 500 personas en su iglesia! Pero hay 20 mil fuera de ella. “¡Oh, pero la Misa allá es buena, porque, en una sola misa, hay dos mil personas! Pero las demás 100 mil ni pasan en la puerta de la iglesia, y todas ellas tiene su importancia.
No despreciemos nadie, no descuidemos nadie. Es el momento, mis hermanos, de volvernos para las ovejas que están lejos y perdidas, porque no es una oveja [perdida], tal vez nosotros tengamos, hoy, las 99 muy lejos de Dios, del regazo de Dios, del cariño y de la protección de Él.
Cuando el Papa Francisco nos convoca a ser una “Iglesia en salida”, es porque necesitamos salir mismo de la acomodación, de la estagnación, de la conformación, y seguir atrás de toda humana criatura, porque toda persona es importante para Dios.
¡En el mundo en que vivimos, no! Nosotros creamos rótulos, personas más importantes, más influyentes… Eso es del mundo, y la mentalidad mundana estropea la Iglesia, estropea nuestra misión en este mundo. ¡Para Dios, toda persona humana es importante!
Papa francisco nos recordaba la Iglesia en sus primordios, cuando ella paraba porque en un mendigo, un hermano de calle murió. Hoy, nosotros miramos personas que mueren y, muchas veces, no tiene importancia ninguna, ningún significado. Personas están sufriendo, están pasando por eso o por aquello, están siendo ignoradas. ¡No podemos descuidar nuestra misión, no podemos descuidar de aquello que es nuestra tarea, nuestro apostolado en este mundo, necesitamos buscar cada una de las ovejas del Señor, porque toda persona es importante!
¡Dios te bendiga!
