La perfección del amor cristiano es saber amar quien no nos quiere bien, es saber hacer el bien para quien nos hizo el mal
“Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores” (Mt 5, 44).
En el mundo, hay una búsqueda de perfección. El atleta quiere ser perfecto, quiere batir los récords, el científico quiere hacer con perfección sus descubiertas y pesquisas científicas. Ser “perfecto”, sin embargo, no quiere decir sin defecto, porque perfecto quiere decir hacer bien hecho lo que sabemos hacer. Necesitamos ser cristianos que buscan la perfección o hacer lo mejor que podemos en lo que realizamos.
¿Qué es especifico de un ser cristiano? Él es un ser que vive el Cristo en tu vida, porque el Señor es para nosotros amor divino, es amor de Dios, por eso el amor es la práctica primera y fundamental de la vida cristiana.
Lo que se convirtió en un cristiano perfecto no es la cantidad de oraciones que él hace. Lo que lo hace semejante a Cristo no son las penitencias que él realiza. Todo eso ayuda, perfeccionar, estimular, moldear nuestro corazón para vivir la practica del amor, pero sin amor no somos nada! Por eso, si existe la búsqueda de la perfección en todo que los hombres realizan, existe la perfección del amor, y es la perfección del amor que estamos buscando. Es eso que el Padre nos dice: “Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo” (Mt 5, 48).
la perfección del amor consiste en aprender a amar nuestros enemigos. No tenemos enemigos, pero hay personas que no nos quieren bien, que nos quieren mal, que nos tienen en cuenta de enemistad. Tenemos una respuesta para dar a ellas: “Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores”, es la respuesta cristiana. Nuestra respuesta no puede ser venganza mental, no podemos querer el mal de aquella persona, desear el mal para nadie, eso no es perfección del amor; por el contrario, es el desvirtuamiento de la fuerza del Evangelio en nosotros.
Busquemos la perfección, busquemos perfeccionar el amor de Dios en nosotros. Amamos quien ya es próximo de nosotros, quien ya tiene mucha afecto por nosotros. Eso todos hacen, incluso los paganos realizan mejor que nosotros.
La perfección del amor cristiano es saber amar quien no nos quiere bien, es saber hacer el bien para quien nos hizo mal, es rezar por aquellos que no nos tiene en cuenta y nos llevan en cuenta de enemigos. Ese es el amor cristiano, no es el amor del mundo.
¡Dios te bendiga!
