26 Oct 2025

Oración sincera y humilde logra el corazón de Dios

Hoy es domingo, día del Señor, día de fiesta, día de alegría y de encontrarnos con aquel que venció la muerte, que resucitó, nos trajo la vida y nos presentó la vida eterna.

Oración sincera y corazón abierto para recibir la gracia de Dios

Hoy es día de mirar nuestro armario y elegir nuestra mejor ropa para ponernos ante el Señor. Parece algo simple, pero profundo, porque Él merece de nosotros todo nuestro amor, toda nuestra dedicación y todo nuestro empeño. Así que, va hacia el Señor, pero con el corazón abierto para recibir Su gracia.

En este día, que es el día que el Señor hizo para nosotros, alegrémonos y exultemos en Él.

Dios acoge el corazón sincero

Hoy, el Evangelio nos dice lo siguiente: “¡Dios mío, ten piedad de mí, que soy pecador!” (Lucas 18,9-14).

El versículo 13, que acabamos de escuchar, nos muestra como telón de fondo que quien se humilla será exaltado, es decir, en este día del Señor, en que nos reunimos para adorar a Dios, escuchar Su Palabra y celebrar la Eucaristía, el Señor nos invita a entrar en el Templo no solo con los pies, sino con el corazón humilde y sincero.

Jesús habla de dos hombres que suben al Templo a orar: el fariseo y el publicano. Los dos oran, pero solo uno sale justificado ante Dios. ¿Por qué? Porque Dios ve el corazón, es decir, el corazón humilde, arrepentido y siempre sincero. Es ese corazón el que Dios acoge.

El fariseo y el publicano

El primero se jacta de sí mismo, hace una oración soberbia, orgullosa, donde se apoya en sí mismo, y no en Dios. El otro dice lo siguiente: “Oh Dios, ten piedad de mí, que soy pecador”. Él hace la oración sincera y humilde, y es esa la que alcanza el corazón de Dios.

Está en la Palabra: Dios resiste al soberbio, pero da Su gracia a los humildes, es decir, el primero no sale justificado, pero el otro sí, porque su corazón comprendió que la confianza no está en los hombres, sino en Dios.

Que el Señor nos ayude a tener siempre un corazón humilde, simple, pero que pueda, con piedad, decir: “Señor, soy pecador. ¡Ten compasión de mí!”. Saldremos justificados y exaltados por Dios.

Que el Señor nos bendiga, en este domingo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Amén!


Padre Ricardo Rodolfo

Padre Ricardo Rodolfo é brasileiro, nascido em 15 de junho 1982. Natural de São José dos Campos (SP), é membro da Associação Internacional Privada de Fiéis – Comunidade Canção Nova desde 2009 no modo de compromisso do Núcleo.

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