“Dará a luz un Hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: ‘He aquí, la Virgen concebirá y dará a luz un Hijo, y le pondrán por nombre Emanuel’, que significa: ‘Dios con nosotros’. Cuando José despertó, hizo como el ángel del Señor le había mandado y recibió a su esposa” (Mateo 1, 18-24).
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Dios entra en el mundo
Hermanos y hermanas, en el cuarto domingo de Adviento, nos acercamos mucho más al misterio que celebraremos en la liturgia del nacimiento de Jesús.
Por tanto, tengamos mucho júbilo en nuestro corazón para la participación en la Santa Misa. Nuestro corazón se alegra también porque, hoy, sería el cumpleaños del Padre Jonas Abib, fundador de la Comunidad Canção Nova (Canción NUeva), de todo este Sistema por el cual usted nos acompaña, y por el “sí” que este hombre dio a Dios también.
Es un día muy feliz para todos nosotros, día de júbilo para nuestro corazón. Y, en este día, vean lo que la liturgia nos propone.
El nombre de Jesús, ¿qué significa, literalmente, este nombre que pronunciamos tanto? Significa “Dios salva”. No es un título apenas simbólico y genérico, sino una declaración de Su misión. Dios entra en el mundo para salvarlo.
El misterio de la Encarnación y la presencia viva
Él no permanece aquí. Él resucita, vive la ascensión, Él sube a los cielos, porque ese es el destino de todos nosotros, de toda la humanidad. Por eso debemos abrir nuestro corazón a la redención que Dios quiere realizar en nosotros.
La encarnación del Verbo es un acontecimiento, la encarnación del Verbo es un evento – de forma teológica, diríamos un evento salvífico, un evento que nos impulsa hacia adelante, que nos eleva hacia lo alto. Este es el misterio de la encarnación: Dios que viene a nuestro encuentro. Dios se hace hombre.
Y el nombre Emanuel – Dios con nosotros – confirma esta realidad que escuchamos también en la liturgia de este día.
No es una idea de Dios, sino su presencia viva entre nosotros. Así es la presencia de Jesús. Y, en la liturgia de hoy, vimos que José es modelo de fe que escucha y actúa, incluso sin comprender todo.
Acoger la voluntad de Dios y la libertad interior
Nosotros debemos escuchar y actuar según Dios. José acoge a María y con ella acoge el misterio divino.
Es una invitación para que nosotros también acojamos a Cristo hoy, acogerlo en este domingo, incluso sin entender, incluso cuando no entendemos todos Sus caminos.
La Navidad nos invita a confiar en que Dios está con nosotros, incluso cuando parece ausente. ¿Será que Dios no está presente? Sí, Dios está presente, aunque usted no lo sienta, aunque no pase por sus sentimientos. La salvación de Dios es real y concreta.
Él viene a liberarnos del pecado, pero no solo de los males externos que queremos, sino que nos libera también por dentro. Esa es la vocación de todos nosotros.
Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!


