16 Apr 2019

Presentamos nuestra debilidades al Maestro Jesús

“Jesús le respondió: «¿Darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces” (Jn 13, 37).

La liturgia de hoy nos pone delante de las debilidades de los seguidores de Jesús. En ella, cada uno de nosotros puede también espejarse. Seguimos Jesús con aquello que somos y no con lo que queremos ser; nuestras debilidades nos acompañan durante toda nuestra vida. O permitimos que Él transforme y cuide de nuestras debilidades o ellas se dilaten en nuestras opciones de vida en los momentos cruciales de nuestra existencia.

El primero que tropezamos es Judas Iscariotes. Él era un discípulo, un apóstol de Jesús pero un hombre muy ambicioso y avaricioso. Judas fue invitado para cuidar de las finanzas del grupo para aprender a lidiar con el dinero, pero ocurrio el contrario, el dinero tomo cuenta de su corazón.

Una vez que el dinero toma cuenta del corazón de la persona, ella se convierte una persona con mezquindad, pero ambicioso, y el demonio toma cuenta del corazón que es movido por el dinero, él hace de esta persona una persona gananciosa en todo lo que hace.

Aún Judas teniendo recibido el Pan eucarístico, el Pan que Jesús dio, en aquel mismo momento satanás entro en el corazón de él, y sabemos cuales fueron los sentimientos que tomaran cuenta de su corazón.

Pongámonos nuestras debilidades delante del Maestro. No permitamos las seducciones de este mundo aniquilen nuestro corazón

El corazón de Judas no estaba en Jesús, el corazón de él estaba en el dinero. “Pues donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón” Mt 6, 21). Hoy, pensemos mucho donde nosotros, de hecho, ponemos nuestro corazón, incluso cuando estamos en la Iglesia.

Del otro lado, la imagen de Pedro, el más impetuoso, líder de aquel grupo, dispuesto a derramas su sangre y dar la vida por causa de Jesús. En la forma de hablar, Pedro era siempre el primer que se manifestaba. Cuando Jesús profetizó que él lo negaría antes que el gallo cantase, porque Jesús conocía las debilidades de aquel hombre.

Quien mucho habla, quien es muy impetuoso, quien mucho habla, a veces, poco hace; por eso, Pedro negó a Él. Porque el corazón de él no estaba seguro y tampoco basado en el Señor. Los demás discípulos abandonaron a Él, huyeron y así por delante.

Pongamos nuestras debilidades delante del Maestro a quien seguimos. No permitamos que el dinero, el placer, el poder, el miedo o las seducciones de este mundo aniquilen nuestro corazón de discípulo, pero purifiquémonos por la verdad para que nos tornemos discípulos auténticos del Maestro Jesús.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.